VITOLAS DE HUMO A TRES MIL EUROS.

Leo en la prensa española, que a partir de enero del 2.006 estará prohibido en España el fumar en lugares cerrados, así sea éste el lugar de trabajo.

Al respecto se muestra el ejemplo de Irlanda, el primer país europeo en poner en práctica tal medida desde el 27 de marzo del año 2.004. A la presente fecha, la medida es vista con simpatía por quienes se supone que serían sus víctimas. Según la Oficina de Control de Tabaco de Irlanda, 8 de cada 10 fumadores aprueban la medida restrictiva.

Esta muestra de beneplácito tiene su razón de ser no sólo en las campañas de concientización realizadas por el Estado, sino en las medidas punitivas que la infracción a la ley conllevan. La persona que sea sorprendida fumando en un local cerrado se expone a ser sancionada con una multa que puede llegar a los 3.000 euros (1 €= 1,2015 U.S.$). Cifra esta que puede resultar similar para el propietario del local que permita fumar dentro de su establecimiento. El precio de una cajetilla de cigarrillos cuesta 6,50 euros, como consecuencia de medidas impositivas que buscan disuadir tanto a los consumidores habituales como a los potencialmente futuros "clientes".

Si bien existen limitados lugares para fumadores, su ubicación o distribución desanima al más empedernido de los mismos. Cuatro paredes sin mayor decoración y un cenicero, es el lugar reservado que los fumadores encuentran en muchos locales como una medida disuasiva o poco atractiva al acto de fumar. En otros establecimientos, con diferentes niveles de entretenimiento, no está permitido fumar en aquellos pisos en donde la música es en vivo.

Paralelamente, la restricción a fumar en locales cerrados ha traído como consecuencia una disminución en la ingesta de las bebidas espirituosas. Esa vieja creencia que empareja el acto de fumar con el consumo de licores, parece ser cierta. Reseña el artículo que en los primeros 6 meses de puesta en vigencia de la ley, el mundo de la hostelería reportó una pérdida de 117 millones de euros y 6.600 puestos de trabajo. Todo esto debido a que la gente ya no visita tan frecuentemente los pubs por la prohibición de fumar en los mismos. En un país famoso por sus graves problemas de alcoholismo, este resultado colateral es música para los oídos de las autoridades sanitarias de Irlanda.

Irlanda es el país en donde las bebidas alcohólicas resultan ser más caras que el resto de la Unión Europea. En promedio, es un 82% más caro que la media de la Unión. En su búsqueda por proteger al fumador pasivo, las autoridades sanitarias de Irlanda parecen estarle ganando la lucha a otro flagelo de la sociedad moderna: el alcoholismo.

FUENTE:

GUERRA AL TABACO. EL CAMINO IRLANDÉS.