CUANDO EL DÍA SE ACORTA Y LA NOCHE SE ALARGA.
Quienes vivimos en países cuya posición geográfica (latitud) con respecto al ecuador del planeta es relativamente cercana, no vemos mayor variación en el amanecer o anochecer de los días. No ocurre los mismo en otras regiones.
Dado que, en la medida en que nos acercamos a los polos, tal diferencia se hace cada vez mayor (llegándose el caso de los países escandinavos, que viven prácticamente de noche durate la época invernal) los gobiernos vieron en tal situación, una oportunidad para sacarle provecho al día. Es decir, se pensó que si en las épocas de verano se adelantaba la hora en determinado número de minutos, la gente madrugaría y por consiguiente aprovecharía la temprana presencia de la luz solar, dando así inicio a una jornada laboral más tempranera, lo que (supuestamente) se traduciría en un ahorro de energía.
Este adelanto o cambio de horario, fue realizado en un principio en forma aislada por cada país que lo considerase conveniente. Hoy en día, con la llegada de la globalización, países como la Unión Europea, tienen regulada tal actividad.
El 19 de enero de 2.001 el Parlamento Europeo estableció la normativa 2000/84/CE, mediante la cual se acuerda en que día y en qué momento se debe realizar el cambio de hora hasta el año 2.006.
Este 30 de octubre cuando, de acuerdo a la hora referencial del meridiano de Greenwich sean las 2:00, los relojes de los países miembros de la Unión Europea deberán atrasarse en una hora para, de esta forma, volver a la verdadera hora geográfica.
Paradójicamente ese día (el 30 de octubre) y sólo ese día, "tendrá" 25 horas, como consecuencia del retraso que todos los ciudadanos de la Unión Europea harán en sus relojes. Esa noche "será" más larga, pues todos se levantarán una hora más tarde. Y el día, será más corto, pues oficialmente "anochecerá" antes.
Esta norma de cambiar la hora oficial, no sólo se aplica en Europa, sino en casi todo el mundo occidental. Hay países como Rusia, que debido a su alta latitud, mueve su tiempo local en 2 horas en época de verano, en comparación con el resto de los países que "le ganan horas al Sol".
Como dato curioso, cabe mencionar que la idea de aprovechar la luz solar es muy anterior a la aparición de la luz eléctrica. En 1.784, un anciano de 78 años que se encontraba en París como delegado de los EEUU, acudió a una reunión en donde se estaba presentando un nuevo tipo de lámpara de aceite que resultaba de mayor luminosidad o resplandor que las que se conocían hasta ese momento y con un menor consumo de combustible. Esto inspiró al anciano a preparar un ensayo que envió al periódico francés THE JOURNAL OF PARIS, en donde explicaba que en verano la salida del sol era mucho más temprana que en invierno y que un uso adecuado de tal peculiaridad se podía traducir en ahorro de combustible (aceite) para las lámparas. Este ensayo fue publicado por dicho periódico el 26 de abril de 1.784 bajo el título de AN ECONOMICAL PROJECT. El nombre del anciano estadounidense era BENJAMIN FRANKLIN. El texto de dicha misiva puede ser visto aquí.
En esta época de relojes con control por frecuencia radial, podemos observar que los mismos tienen la alternativa de selección del DST (Daylight Saving Time) los cuales, de acuerdo a la señal recibida (y a la opción por nosotros escogida) realizarán o no el ajuste del cambio de hora cuando la señal transmitida así lo indique. En América esta señal es transmitida por el NATIONAL INSTITUTE OF STANDARD AND TECHNOLOGY, a través de la señal WWVB. En Europa por el NATIONAL PHYSICAL LABORATORY en Inglaterra, mediante la señal MSF, o por la PHYSIKALISCH-TECHNISCHET BUNDESANSTALT en Alemania, a través de la señal DCF77
La verdad que no conseguí un órgano mundial de regulación en cuanto a la utilización o no del DST, así como del momento (día, mes, hora) de la aplicación del mismo. No sé si el amigo ROMROD puede arrojar luces al respecto.
Dado que, en la medida en que nos acercamos a los polos, tal diferencia se hace cada vez mayor (llegándose el caso de los países escandinavos, que viven prácticamente de noche durate la época invernal) los gobiernos vieron en tal situación, una oportunidad para sacarle provecho al día. Es decir, se pensó que si en las épocas de verano se adelantaba la hora en determinado número de minutos, la gente madrugaría y por consiguiente aprovecharía la temprana presencia de la luz solar, dando así inicio a una jornada laboral más tempranera, lo que (supuestamente) se traduciría en un ahorro de energía.
Este adelanto o cambio de horario, fue realizado en un principio en forma aislada por cada país que lo considerase conveniente. Hoy en día, con la llegada de la globalización, países como la Unión Europea, tienen regulada tal actividad.
El 19 de enero de 2.001 el Parlamento Europeo estableció la normativa 2000/84/CE, mediante la cual se acuerda en que día y en qué momento se debe realizar el cambio de hora hasta el año 2.006.
Este 30 de octubre cuando, de acuerdo a la hora referencial del meridiano de Greenwich sean las 2:00, los relojes de los países miembros de la Unión Europea deberán atrasarse en una hora para, de esta forma, volver a la verdadera hora geográfica.
Paradójicamente ese día (el 30 de octubre) y sólo ese día, "tendrá" 25 horas, como consecuencia del retraso que todos los ciudadanos de la Unión Europea harán en sus relojes. Esa noche "será" más larga, pues todos se levantarán una hora más tarde. Y el día, será más corto, pues oficialmente "anochecerá" antes.
Esta norma de cambiar la hora oficial, no sólo se aplica en Europa, sino en casi todo el mundo occidental. Hay países como Rusia, que debido a su alta latitud, mueve su tiempo local en 2 horas en época de verano, en comparación con el resto de los países que "le ganan horas al Sol".
Como dato curioso, cabe mencionar que la idea de aprovechar la luz solar es muy anterior a la aparición de la luz eléctrica. En 1.784, un anciano de 78 años que se encontraba en París como delegado de los EEUU, acudió a una reunión en donde se estaba presentando un nuevo tipo de lámpara de aceite que resultaba de mayor luminosidad o resplandor que las que se conocían hasta ese momento y con un menor consumo de combustible. Esto inspiró al anciano a preparar un ensayo que envió al periódico francés THE JOURNAL OF PARIS, en donde explicaba que en verano la salida del sol era mucho más temprana que en invierno y que un uso adecuado de tal peculiaridad se podía traducir en ahorro de combustible (aceite) para las lámparas. Este ensayo fue publicado por dicho periódico el 26 de abril de 1.784 bajo el título de AN ECONOMICAL PROJECT. El nombre del anciano estadounidense era BENJAMIN FRANKLIN. El texto de dicha misiva puede ser visto aquí.
En esta época de relojes con control por frecuencia radial, podemos observar que los mismos tienen la alternativa de selección del DST (Daylight Saving Time) los cuales, de acuerdo a la señal recibida (y a la opción por nosotros escogida) realizarán o no el ajuste del cambio de hora cuando la señal transmitida así lo indique. En América esta señal es transmitida por el NATIONAL INSTITUTE OF STANDARD AND TECHNOLOGY, a través de la señal WWVB. En Europa por el NATIONAL PHYSICAL LABORATORY en Inglaterra, mediante la señal MSF, o por la PHYSIKALISCH-TECHNISCHET BUNDESANSTALT en Alemania, a través de la señal DCF77
La verdad que no conseguí un órgano mundial de regulación en cuanto a la utilización o no del DST, así como del momento (día, mes, hora) de la aplicación del mismo. No sé si el amigo ROMROD puede arrojar luces al respecto.
2 COMENTARIOS:
no hay que yo sepa. El horario de verano lo regulan son en algunos casos tratados como el TLC en México, EEUU y Canadá y la CE en Europa. Acuérdate que el Daylight Saving Time es solamente un artificio para ahorrar energía tal como lo describiste en tu nota. Ahora, el mantenimiento de la hora correcta en todo el planeta si es cosa seria, fíjate en este sitio.
De lo que uno se entera... a buena hora.. justo a tiempo...
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