UN RUISEÑOR CON ESPUELAS.

En 1.959, un venezolano, de esos irrepetibles, dijo las siguientes palabras (como parte de su discurso) al recibir el Premio Municipal de Prosa por su libro “La ciudad y su música”:

"He nacido a una cuadra de la Plaza Bolívar, en el corazón mismo de la ciudad, que es el corazón de Venezuela. Siento que soy una de sus innumerables células que forman ese corazón, y con eso me basta, y con eso me sobra. No necesito ser más".

Quien así se expresó, fue:

-músico (tocaba violonchelo y piano)

- escritor [Contribución al estudio de la música en Venezuela (1.939), El Padre Sojo(1.960), Cuatrocientos años de música caraqueña (1.967). El Atalaya (1.977).]

- diplomático (en Suiza, Irlanda, EEUU y Londres)

- miembro de la delegación que representó a Venezuela en las reuniones que llevaron a la formación de la ONU. (1.945)

-encargado del Departamento Latinoamericano de la Orden de los Rosacruces (en San José, California, EEUU) (1.947)

-fundador del Conservatorio Teresa Carreño (después Escuela de Música Padre Sojo)

-profesor de piano (en la Escuela Superior de Música)

-profesor de apreciación musical (en la UCV)

-asesor cultural del INCE.

-investigador de la música venezolana (tanto folklórica como indígena, incluyendo sus correspondientes instrumentos)

-cronista de la ciudad de Caracas (La ciudad y su música fue distinguida con el Premio Municipal de Prosa en 1.959)

-creador y animador del programa: ¡Que tiempos aquellos¡

-fundador de la Coral Creole (de la Creole Petroleum Corporation)

-director de la Orquesta Polifónica de Venezuela.

-director del coro Orfeón Lamas.

-miembro de número de la Academia Nacional de Historia.

-miembro (en Venezuela) de la Real Academia Española de Bellas Artes de Madrid.

-compositor de obras para orquesta sinfónica, para coro y orquesta de cámara: Madrigal (coral,1.929), Canción pagana (coral,1.930), Mare Nostrum, Evohé (coral, 1.953), La Virgen de Palo Santo (coral,1.954), De profundis (coro y orquesta 1.978) El Gato, In Memoriam (coro y orquesta, 1.971), Miranda en Rusia (ballet, 1.945), Sinfonía N° 1 (1.946), Obertura sinfónica (1.946), Elegía coral (coro y orquesta,1.972)

-compositor musical: El ave del desierto (1.932), Los naranjos, La voz del lago, La voz de la montaña.

-compositor solista: Minué (piano), Sandunga (piano), Criollerías (piano), Preludio (guitarra).

-articulista (El Heraldo, El Universal).

-poeta (Flor en Tauro. Inédito).

La humildad de este personaje era tal, que escribía en la prensa con seudónimos (Juan Sebastián y Víctor Ávila) para que el ciudadano común no se viera privado de criticar los artículos, de llegar a saberse que su autor era un hombre de amplio y reconocido respeto en los círculos literarios y sociales del país.

José Antonio Calcaño, mejor conocido como el profesor Calcaño, nació en Caracas un 23 de marzo de 1.900, en la esquina de Santa Capilla, en la calle que baja de El Ávila. Es decir, la casa estaba ubicada en el sector de Mijares a Santa Capilla, específicamente en la última esquina. La casa de los Calcaño era conocida como “El Nido de los Ruiseñores”, debido a que en ese lugar se daban cita los caraqueños (vinculados a la vida cultural de la época) para disfrutar de grandes veladas (tertulias) musicales que dispensaba la familia Calcaño a sus visitantes.


El profesor Calcaño era un hombre, no solamente de reconocida inteligencia y cultura, sino dueño de un agudo sentido del humor. Nunca tuvo reparos en reírse de si mismo o que se rieran de él. En uno de sus programas televisivos, hacía alusión al hecho de que tenía una sobrina de 6 años a la que, al él preguntarle quién había sido el esposo de Juana La Loca, la niña, indefectiblemente respondia: Felipe el buenmozo.

En una oportunidad, estaba el profesor Calcaño en el Show de Renny con una de sus corales. Era la década de los 60 y Renny se iba para Europa. Dirigía el profesor Calcaño el coro y al terminar la representación, Renny quiso aprovechar la oportunidad para que, lo que iba a decir, le sirviera de entrada a su posterior información de que se iba de Venezuela. Maestro -dijo Ottolina- a donde yo voy, hay muchos coros como el suyo. Sin darle tiempo a continuar, el profesor Calcaño le respondió: Sííí, sííí. Y también hay muchos Renny Ottolina. A Renny, no le quedó más remedio que reírse. Él, lo que esperaba, era que el profesor Calcaño le hubiese preguntado, en dónde era eso. Jamás pensó en la “salida” del profesor Calcaño.

En la Radio Rochela, de Don Tito Martínez del Box, había un sketch en donde el actor, José Ignacio Cadavieco (quien también remedaba a Jóvito Villalba: “Mi partido y yo. Yo y mi partido, que no es otra cosa que la misma opinión mía...”) remedaba al profesor Calcaño. En su programa de TV, el profesor Calcaño analizaba partituras musicales. Se escuchaba una música de fondo y se hacía una toma cerrada sobre la persona del profesor Calcaño. En un momento determinado, el profesor Calcaño hacía un gesto con la mano y decía: suficieeente, suficieeente y procedía a disertar sobre lo escuchado. Pues bien, Cadavieco hacía lo mismo, en forma de parodia, en la Rochela. El profesor Calcaño tenía una forma muy particular de hablar en un suave y pausado sonsonete. Cadavieco, lo imitaba a la perfección.

Esos programas se hacían en vivo. Era otra época y por consiguiente otra tecnología. En uno de esos programas, resultó que apareció el profesor Calcaño en el preciso momento en que Cadavieco lo remedaba. De más está decir, que Cadavieco no hallaba que hacer. La risa y las lágrimas se apoderaron del plató. Pasado el susto, a Cadavieco se le ocurrió decir: -Maestro ¿verdad que yo hablo igualito que usted? A lo que el profesor Calcaño respondió: -Nooo, noo. El que habla igual que ud., soy yo.

Ya en su vejez, fue homenajeado en un programa que se transmitía por la televisora nacional TVN Canal 5. El programa, dirigido por Liana Cortijo (Miss Argentina 1.959, ya saben porque era tan guapa) se llamaba “Las Mujeres Preguntan”. Era una especie de foro, en donde el entrevistado contestaba preguntas de un auditorio integrado exclusivamente por mujeres. Desde amas de casa hasta profesionales universitarias, conformaban el panel. La moderadora, realizó una síntesis biográfica del entrevistado y se hizo mención a los muchos años de casado del profesor Calcaño. Entre varias preguntas que se hicieron al respecto, la moderadora fue y le dijo al profesor Calcaño: - y, dígame profesor, ¿en todos estos años nunca han peleado? Nooo, nooo. Respondió Calcaño. - Aunque hay algo en lo que nunca hemos podido ponernos de acuerdo, deslizó el profesor. El pícaro de Calcaño, hizo un mutis que obligó a la señora Cortijo, después de unos segundos, a preguntarle: ¿y qué será, profesor? Bueeeno, es que a ella le gustan los hombres y a mí me gustan las mujeres.

Ese era José Antonio Calcaño Calcaño (sus padres estaban emparentados a nivel de un bisabuelo) quien, por su agudeza mental, llegó a conocérsele como “el ruiseñor con espuelas”. Un venezolano integral quien, absurdamente, no dejó descendencia. Falleció en Caracas el 12 de septiembre de 1.978.


Este ensayo es consecuencia de una sugerencia que me hizo un colega (también pasa, buena parte de su tiempo “en las nubes”) del mundo de VENEBLOGS y a quien no cito, pues no sé si le agrade. En todo caso, espero haber podido estar a la altura de sus expectativas.

FUENTES:

-CALCAÑO IRREVERENTE EN LA DÉCADA DE LOS VEINTE
-Hemeroteca digital de El Nacional (Disponible sólo a subscriptores. Lo siento)
-Recuerdos del KBULLA. ¡Tomen Fitina!