CUANDO NO ERA EL LUCRO LA RAZÓN DE UN SECUESTRO.
El secuestro es, hoy por hoy, una de las acciones criminales más impactante de la que hacen uso tanto los grupos irregulares como la delincuencia común, para hacerse con cuantiosas sumas de dinero sin que el delincuente tenga que exponerse directamente al riesgo de un eventual enfrentamiento con los cuerpos policiales. La necesidad de preservar la vida de la persona secuestrada durante su cautiverio, hace que las acciones investigativas (para dar con los plagiarios) se vean limitadas en grado sumo, al punto tal que el secuestro resulta ser uno de los crímenes con mayor grado de impunidad. Súmesele a esto, el alto nivel de desconfianza que genera, tanto la autoridad policial como el sistema judicial en la población venezolana y se entenderá el porqué este delito luce cada día más incontenible.
Sin embargo, no fue el lucro la meta principal del secuestro en los orígenes de la historia de este crimen en Venezuela. El secuestro era la herramienta de denuncia o propaganda política, que utilizaban los grupos desafectos al sistema de gobierno imperante. En la cronología del secuestro en Venezuela, los primeros casos que se registran lo constituyen las acciones de plagio realizadas sobre naves aéreas y barcos. Dado que el secuestro era mostrado como la caja de resonancia de una lucha por la búsqueda de una igualdad social, resultaban ilógicas y contraproducentes las acciones de plagio que involucrasen a simples civiles. El objetivo era político o militar y la meta, el alcanzar presencia y un alto nivel de recordación en la opinión pública. Dicho de otra forma, el secuestro era un método de denuncia que utilizaban los insurrectos políticos para lograr ocupar los primeros lugares de los titulares de prensa.
El 28 de abril de 1.960 fue secuestrado un DC-3 de la LAV, el cual cubría la ruta Maiquetía-Puerto Ayacucho. Cuando la aeronave se encontraba a la altura de la represa de Guárico, un pasajero con problemas psicológicos (de origen ruso) hizo explotar una bomba que llevaba a bordo. La totalidad de los ocupantes (13) fallecieron.
El 22 de enero de 1.961, el grupo Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) secuestró el trasatlántico de bandera portuguesa SANTA MARÍA, en su ruta de Caracas a Lisboa. Aunque el secuestro en sí fue realizado después de abandonar Curazao, se entiende que el plan, así como parte de los secuestradores, provenía de Venezuela. El grupo secuestrador estaba conformado por un total de 24 personas de origen ibérico (portugués-español) que quería llamar la atención del mundo en torno a las dictaduras de Antonio de Oliveira Salazar y Francisco Franco. Durante el periplo y como símbolo de efecto propagandístico, la nave fue rebautizada como SANTA LIBERDADE. El secuestro duró 13 días, hasta que el presidente del Brasil, Janio Cuadros, les concedió asilo político, llegando la nave al puerto de Recife. La acción tuvo un buen impacto mediático, pues hasta la revista TIME lo reseñó. En Venezuela, el grupo contó con el apoyo periodístico de José Sesto, padre del actual ministro del estado para la cultura. Entre los secuestradores estaba el joven Federico Fernández Ackermann, hoy en día dedicado a la fotografía.
El 08 de junio de 1.961 un avión de la fuerza aérea del tipo C-47, fue secuestrado cuando cubría la ruta Puerto Cabello-Maiquetía. Siete prisioneros militares que iban en dicho vuelo, lograron hacerse con el control de la aeronave y obligaron al piloto a dirigirse a Curazao. Buscaban evadir la justicia militar, pues estaban comprometidos en el alzamiento militar del general CASTRO LEÓN (nieto de Cipriano Castro) ocurrido en San Cristóbal el año anterior, en contra del gobierno de Rómulo Betancourt. Entre los oficiales que lograron asilo político ante el gobierno holandés, se encontraba el teniente coronel MONCADA VIDAL, quien (al igual que Castro León en su momento) había liderizado un alzamiento militar contra la Junta de Gobierno presidida por el contralmirante WOLFANG LARRAZÁBAL en el año de 1.958. Sirva citar que, SAMUEL MONCADA, el actual ministro de educación superior, de una enigmática (por lo perenne) sonrisa, es hijo del tcnel. Moncada Vidal.
El 27 de noviembre de 1.961 un DC-6 de AVENSA, fue secuestrado con 43 personas a bordo, mientras cubría la ruta Maiquetía-Maracaibo. Obligaron al piloto a volar sobre Caracas para lanzar volantes de protesta por cumplirse para aquel entonces, un año de la suspensión de las garantías constitucionales por parte del gobierno de Rómulo Betancourt. Aunque el objetivo de los secuestradores (05) era dirigirse posteriormente a Cuba, tuvieron que contentarse con llegar a Curazao, por limitaciones en el combustible. A la acción se le denominó Livia Gouverneur, en honor a la joven de 20 años, perteneciente a las Juventudes Comunistas, la cual había sido asesinada el 1 de noviembre de ese año.
El 12 de febrero de 1.963, en las cercanías de las costas venezolanas, fue secuestrado el buque carguero de la marina mercante, ANZOÁTEGUI. Con una tripulación de 36 hombres, el secuestro fue realizado por 8 guerilleros de las FALN (brazo armado del MIR) gracias a la complicidad del segundo oficial del puente, el suboficial Wismar Medina Rojas de 28 años de edad. Siete 7 días después del secuestro, y ante el acoso de la marina de guerra estadounidense (el destructor USS WILLIAM M. WOOD DD-715 y el portaviones USS INTREPID CV-11 participaron en el rastreo), los secuestradores enfilaron la nave hacia Brasil, entrando al puerto de Belem do Pará. Allí fueron detenidos por las autoridades brasileñas, quienes los trasladaron hasta el hospital militar de Nova Friburgo. El presidente Joao Goulart decidió concederles asilo político, dando así al traste con el reclamo venezolano de una acción de piratería. Nuevamente aparece el nombre de Federico Fernández Ackermann entre los secuestradores, pero esta vez en compañía de Paúl Del Rio (hoy en día escultor) y que saltaría a la fama (bajo el seudónimo de MÁXIMO CANALES) durante el secuestro del jugador de fútbol Alfredo Di Stéfano.
El 28 de noviembre de 1.963, otro avión de AVENSA (un CV-340) fue secuestrado con 14 personas a bordo, cuando cubría la ruta Ciudad Bolívar-Maiquetía. Al igual que en el secuestro del avión de AVENSA en 1.961, el motivo fue propagandístico: el lanzamiento de volantes sobre Ciudad Bolívar, llamando a la población a no participar en las elecciones de diciembre de ese año. El vuelo terminó en Trinidad. Los secuestradores denominaron a la operación con el nombre de “Padre de la Patria”.
A partir de este momento cesarían los secuestros de naves y aviones durante casi una década, ya que el secuestro de personalidades, como la de Alfredo Di Stéfano a mediados de 1.963, resultó mucho más fructífero desde el punto de vista de lograr conseguir figuración en la prensa mundial, para la promoción de los ideales de lucha de los grupos de la ultra izquierda. Además, las acciones contra buques y aviones dejaron de considerarse, a nivel mundial, como acciones de protesta u hostilidad política, para pasar a ser calificadas como actos de terrorismo y por consiguiente con penalidad, al ser tipificadas como un hecho criminal.
RESOLUCIÓN 40/61 DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, NUMERAL 1: “Condena inequívocamente y califica de criminales todos los actos, métodos y prácticas de terrorismo, donde quiera y por quien quiera sean cometidos, incluidos los que ponen en peligro las relaciones de amistad entre los Estados y su seguridad.”
Y es que, tal como lo establece uno de los principios del derecho penal:
nullum crimen sine lege; nulla poena sine lege .
FUENTES:
- AVIACIÓN CIVIL. INTERFERENCIAS ILÍCITAS.
- EL SANTA MARÍA.
-ACTIVIDAD POLÍTICA PORTUGUESA EN VENEZUELA.
-SECUESTRO DE BARCOS.
- FEDERICO FERNÁNDEZ ACKERMANN.
Sin embargo, no fue el lucro la meta principal del secuestro en los orígenes de la historia de este crimen en Venezuela. El secuestro era la herramienta de denuncia o propaganda política, que utilizaban los grupos desafectos al sistema de gobierno imperante. En la cronología del secuestro en Venezuela, los primeros casos que se registran lo constituyen las acciones de plagio realizadas sobre naves aéreas y barcos. Dado que el secuestro era mostrado como la caja de resonancia de una lucha por la búsqueda de una igualdad social, resultaban ilógicas y contraproducentes las acciones de plagio que involucrasen a simples civiles. El objetivo era político o militar y la meta, el alcanzar presencia y un alto nivel de recordación en la opinión pública. Dicho de otra forma, el secuestro era un método de denuncia que utilizaban los insurrectos políticos para lograr ocupar los primeros lugares de los titulares de prensa.
El 28 de abril de 1.960 fue secuestrado un DC-3 de la LAV, el cual cubría la ruta Maiquetía-Puerto Ayacucho. Cuando la aeronave se encontraba a la altura de la represa de Guárico, un pasajero con problemas psicológicos (de origen ruso) hizo explotar una bomba que llevaba a bordo. La totalidad de los ocupantes (13) fallecieron.
El 22 de enero de 1.961, el grupo Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) secuestró el trasatlántico de bandera portuguesa SANTA MARÍA, en su ruta de Caracas a Lisboa. Aunque el secuestro en sí fue realizado después de abandonar Curazao, se entiende que el plan, así como parte de los secuestradores, provenía de Venezuela. El grupo secuestrador estaba conformado por un total de 24 personas de origen ibérico (portugués-español) que quería llamar la atención del mundo en torno a las dictaduras de Antonio de Oliveira Salazar y Francisco Franco. Durante el periplo y como símbolo de efecto propagandístico, la nave fue rebautizada como SANTA LIBERDADE. El secuestro duró 13 días, hasta que el presidente del Brasil, Janio Cuadros, les concedió asilo político, llegando la nave al puerto de Recife. La acción tuvo un buen impacto mediático, pues hasta la revista TIME lo reseñó. En Venezuela, el grupo contó con el apoyo periodístico de José Sesto, padre del actual ministro del estado para la cultura. Entre los secuestradores estaba el joven Federico Fernández Ackermann, hoy en día dedicado a la fotografía.
El 08 de junio de 1.961 un avión de la fuerza aérea del tipo C-47, fue secuestrado cuando cubría la ruta Puerto Cabello-Maiquetía. Siete prisioneros militares que iban en dicho vuelo, lograron hacerse con el control de la aeronave y obligaron al piloto a dirigirse a Curazao. Buscaban evadir la justicia militar, pues estaban comprometidos en el alzamiento militar del general CASTRO LEÓN (nieto de Cipriano Castro) ocurrido en San Cristóbal el año anterior, en contra del gobierno de Rómulo Betancourt. Entre los oficiales que lograron asilo político ante el gobierno holandés, se encontraba el teniente coronel MONCADA VIDAL, quien (al igual que Castro León en su momento) había liderizado un alzamiento militar contra la Junta de Gobierno presidida por el contralmirante WOLFANG LARRAZÁBAL en el año de 1.958. Sirva citar que, SAMUEL MONCADA, el actual ministro de educación superior, de una enigmática (por lo perenne) sonrisa, es hijo del tcnel. Moncada Vidal.
El 27 de noviembre de 1.961 un DC-6 de AVENSA, fue secuestrado con 43 personas a bordo, mientras cubría la ruta Maiquetía-Maracaibo. Obligaron al piloto a volar sobre Caracas para lanzar volantes de protesta por cumplirse para aquel entonces, un año de la suspensión de las garantías constitucionales por parte del gobierno de Rómulo Betancourt. Aunque el objetivo de los secuestradores (05) era dirigirse posteriormente a Cuba, tuvieron que contentarse con llegar a Curazao, por limitaciones en el combustible. A la acción se le denominó Livia Gouverneur, en honor a la joven de 20 años, perteneciente a las Juventudes Comunistas, la cual había sido asesinada el 1 de noviembre de ese año.
El 12 de febrero de 1.963, en las cercanías de las costas venezolanas, fue secuestrado el buque carguero de la marina mercante, ANZOÁTEGUI. Con una tripulación de 36 hombres, el secuestro fue realizado por 8 guerilleros de las FALN (brazo armado del MIR) gracias a la complicidad del segundo oficial del puente, el suboficial Wismar Medina Rojas de 28 años de edad. Siete 7 días después del secuestro, y ante el acoso de la marina de guerra estadounidense (el destructor USS WILLIAM M. WOOD DD-715 y el portaviones USS INTREPID CV-11 participaron en el rastreo), los secuestradores enfilaron la nave hacia Brasil, entrando al puerto de Belem do Pará. Allí fueron detenidos por las autoridades brasileñas, quienes los trasladaron hasta el hospital militar de Nova Friburgo. El presidente Joao Goulart decidió concederles asilo político, dando así al traste con el reclamo venezolano de una acción de piratería. Nuevamente aparece el nombre de Federico Fernández Ackermann entre los secuestradores, pero esta vez en compañía de Paúl Del Rio (hoy en día escultor) y que saltaría a la fama (bajo el seudónimo de MÁXIMO CANALES) durante el secuestro del jugador de fútbol Alfredo Di Stéfano.
El 28 de noviembre de 1.963, otro avión de AVENSA (un CV-340) fue secuestrado con 14 personas a bordo, cuando cubría la ruta Ciudad Bolívar-Maiquetía. Al igual que en el secuestro del avión de AVENSA en 1.961, el motivo fue propagandístico: el lanzamiento de volantes sobre Ciudad Bolívar, llamando a la población a no participar en las elecciones de diciembre de ese año. El vuelo terminó en Trinidad. Los secuestradores denominaron a la operación con el nombre de “Padre de la Patria”.
A partir de este momento cesarían los secuestros de naves y aviones durante casi una década, ya que el secuestro de personalidades, como la de Alfredo Di Stéfano a mediados de 1.963, resultó mucho más fructífero desde el punto de vista de lograr conseguir figuración en la prensa mundial, para la promoción de los ideales de lucha de los grupos de la ultra izquierda. Además, las acciones contra buques y aviones dejaron de considerarse, a nivel mundial, como acciones de protesta u hostilidad política, para pasar a ser calificadas como actos de terrorismo y por consiguiente con penalidad, al ser tipificadas como un hecho criminal.
RESOLUCIÓN 40/61 DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS, NUMERAL 1: “Condena inequívocamente y califica de criminales todos los actos, métodos y prácticas de terrorismo, donde quiera y por quien quiera sean cometidos, incluidos los que ponen en peligro las relaciones de amistad entre los Estados y su seguridad.”
Y es que, tal como lo establece uno de los principios del derecho penal:
FUENTES:
- AVIACIÓN CIVIL. INTERFERENCIAS ILÍCITAS.
- EL SANTA MARÍA.
-ACTIVIDAD POLÍTICA PORTUGUESA EN VENEZUELA.
-SECUESTRO DE BARCOS.
- FEDERICO FERNÁNDEZ ACKERMANN.
SANTA MARÍA - SECUESTRO - CARGUERO ANZOÁTEGUI - CASTRO LEÓN - MONCADA VIDAL - AVENSA - LINEA AEROPOSTAL VENEZOLANA - VENEZUELA
SANTA MARÍA - SECUESTRO - CARGUERO ANZOÁTEGUI - CASTRO LEÓN - MONCADA VIDAL - AVENSA - LINEA AEROPOSTAL VENEZOLANA - VENEZUELA
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