KBULLA: EL DÍA QUE LE PARARON EL TROTE A DI STÉFANO.

La dictadura de Pérez Jiménez había creado una Pequeña Copa del Mundo de Clubes que se jugaba anualmente en el Estadio Olímpico de la Ciudad Universitaria entre los años 1952-1957. En la misma, participaban los mejores equipos de clubes de Europa y América. En 1957 se crea la Copa de Europa y el Mundialito (como también se le conocía) dejó de jugarse. Sin embargo, en 1963 se reeditó la Copa, pero esta vez se le denominó Trofeo Ciudad de Caracas. Para disputar esta copa, había venido a Caracas el equipo español Real Madrid. Alfredo Di Stéfano era la vedette del equipo. Desde su contratación en 1953, había llevado al equipo a ganar el campeonato español en 7 oportunidades seguidas (para el momento de llegar a Caracas) siendo el goleador en 5 de ellas. Se le consideraba, en ese momento, el mejor jugador del mundo y los narradores deportivos lo llamaban La Saeta Rubia.

En la mañana del 24 de agosto de 1963, estando el equipo español hospedado en el hotel Potomac (en las inmediaciones del actual Hospital de Niños J.M. de los Ríos) en San Bernardino, Di Stéfano recibió la visita de una pareja de policías. Los funcionarios le solicitaron a Di Stéfano que era necesario que los acompañara, pues estaban realizando un trabajo de investigación de narcóticos. Sorprendido, Di Stéfano aceptó a regañadientes acompañar a los funcionarios, al tiempo que le pedía a su compañero de cuarto que informara a la directiva del Real Madrid. Al momento de abordar el carro, los policías le informaron que se trataba de un secuestro. Que eran miembros de las FALN (Fuerza Armada de Liberación Nacional) y que si colaboraba no le ocurriría nada, pues ellos sólo perseguían captar la atención de los medios de comunicación del mundo y dar a conocer su razón de lucha. De ahí fue llevado a un apartamento en el sector de Sábana Grande. Lo liberaron 70 horas después, cuando ya habían causado una conmoción mundial, ocupando las primeras páginas de la prensa mundial, como era su deseo. A la acción se le bautizó con el nombre de JULIÁN GRIMAU, un dirigente comunista español que acababa de ser fusilado por la dictadura franquista. La verdad que resulta un poco contradictorio que si se buscaba dar a conocer a un grupo de lucha armada en Venezuela, se utilizara el nombre de un personaje español.

Di Stéfano fue liberado en las inmediaciones de la embajada de España. Desde allí, dio una rueda de prensa a los reporteros de las diferentes agencias internacionales. Durante la rueda de prensa, Di Stéfano descubrió con estupor que entre el gentío, haciéndose pasar por reportero, estaba presente uno de los secuestradores. Terminada la rueda de prensa, Di Stéfano solicitó dejar el país lo antes posible. La fanaticada venezolana se quedaría con las ganas de ver a “la saeta rubia” y el Real Madrid enfrentaría al equipo Sao Paulo de Brasil sin la presencia del crack argentino. El equipo del Sao Paulo se llevaría el trofeo.

Esta foto le dio la vuelta al mundo. En la misma puede verse a Di Stéfano en su cautiverio, junto al guerrillero Paúl del Río (cuyo nombre de combate era MÁXIMO CANALES).

Hijo de españoles (asturiano y castellana) Paúl nació en Cuba en 1.943 y su padre decidió venirse a Venezuela cuando éste tenía 2 años de edad. Hoy en día, Del Rio está dedicado a las artes plásticas. En entrevista concedida a la prensa española durante el rodaje del documental Mi abuelo secuestró a Di Stéfano, Del Río confesaría al periodista que uno de los participantes del secuestro ocupa hoy en día un alto cargo importante dentro del gobierno de Hugo Chávez, pero que no podía dar su nombre, pues el personaje prefiere seguir viviendo en el anonimato. Tomando en cuenta que todo el mundo sabe del pasado guerrillero del canciller Rodríguez Araque, necesariamente uno termina concluyendo que el personaje de marras es una persona que ha llevado una vida legal durante todas estas décadas y que de llegar a saberse de su participación en el secuestro, toda esa fachada de ética e integridad se vendría abajo. A pocas palabras...

En la foto, Paúl del Rio junto a una de sus esculturas a la entrada de PDVSA en la urbanización La Campiña.

Otros hechos de plagios, realizados por guerrilleros, y cuyo único objetivo era el de darse a conocer en el mundo, fueron:

El 27 de Noviembre de 1.963, otro grupo guerrillero logra secuestrar al Coronel James E. Chenault, subjefe de la Misión Militar Norteamericana acreditada en Venezuela. Este hecho alarmó verdaderamente a las autoridades, que llegaron a movilizar todos los recursos disponibles para dar con el paradero del oficial. Después de 180 horas de cautiverio, el coronel Chenault fue posteriormente liberado, sano y salvo; habiendo logrado los extremistas una marcada notoriedad.

El 9 de octubre de 1.964 fue secuestrado el segundo jefe de la Misión Militar de los EEUU, el coronel Michael Smolen. Liberado el día 12, Smolen revelaría que había sido secuestrado por el grupo guerrillero FALN (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional) como una acción de protesta por la condena a muerte del guerrillero vietnamita Van Troy, el cual había sido descubierto cuando colocaba una carga explosiva debajo de un puente por el que iba a pasar el Secretario de Defensa Robert McNamara. El entrenamiento de Smolen en labores de inteligencia, le permitió recopilar información que llevó a la identificación de varios de sus secuestradores. La captura de los mismos se tradujo en el desmantelamiento de las células urbanas de este grupo guerrillero en las principales ciudades de Venezuela.

A partir de entonces, y quizás como producto de la política de pacificación del gobierno de Caldera, los grupos guerrilleros habrían tomado una actitud de repliegue, hasta que en 1.972 ejecutarían el secuestro de un civil y por el cual se pagaría (por primera vez) rescate en Venezuela: Carlos Domínguez Chávez (El Rey de la hojalata).