AHORA SI ES VERDAD QUE HAY CHÁVEZ PA' RATO.

Con recia voz y gesto bravío, el hombre desafió los micrófonos de los comunicadores sociales para dejar para la posteridad y la historia el siguiente pensamiento de "hombre con tabaco en la vejiga":

"...no es el tiempo de esconderse, de rendirse, sino que es el tiempo de atreverse a cambiar esta sociedad. Yo asumo esa bandera, estoy dispuesto a dejar la vida si es necesario y vamos hasta el final, vamos a Miraflores."

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Quien así se expresó, llevaba varias semanas "corriendo la arruga" en la espera de que el gobierno (pues sabido es, que el gobierno controla todos los poderes) le dijese que sí. Que no había problema, que podía ser candidato presidencial sin perder "el cambur" de la gobernación del Zulia. Lejos estaba (hasta ese momento) nuestro candidato, de pensar en estar dispuesto a ofrendar la vida por la grandeza de la patria. ¿Por qué? Bueno, porque uno entiende que hasta él mismo vé, como un poco cuesta arriba eso de llegar a arrebatarle el sillón a Chávez y, por consiguiente, no le agrada en absoluto pensar en quedarse sin el chivo y sin el mecate, hablando en términos criollos.

Dicho de otra forma, que hasta hace apenas unas horas su proceder estaba lejos del sentimiento que llevó al Libertador a decir (en carta dirigida a la presidencia de la Nueva Granada explicando su retiro del mando de las tropas, para evitar la guerra civil) en 1815:

"El que lo abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada, y gana todo cuanto le consagra."

En pocas palabras, que Libertador hay sólo uno. Tampoco le pidamos peras al olmo.

Súbitamente, y casi que al unísono de la proclamación de la candidatura, toda aquella hoguera de las vanidades en la que un grupo de cuasi perfectos desconocidos aspiraban a participar en la escogencia de una candidatura única y unitaria, declinaron participar en lo que parecía iba a ser otra derrota colectiva frente al abstencionismo y la indiferencia que mostraba la ciudadanía en general. ¿La razón? La gente que adversa a Chávez, no ve con buenos ojos, el que hasta en una situación tan delicada para el futuro del concepto de país, como lo es el ir a elecciones con un CNE de dudosa solvencia moral, aparezcan unas nueve personas (inscritas en SÚMATE) diciendo que cada uno ellos es la persona más idónea para enfrentar a Chávez y gobernar en Venezuela durante el próximo período presidencial. Y tal parece que la gente no estaba equivocada en su indiferencia, de acuerdo al porcentaje de participación que mostraban estos candidatos en las encuestas, porque ¿cómo se explica que estos "candidatos" hayan prácticamente empujado a la organización SÚMATE a hacer un desembolsó en la impresión de 4,5 millones de planillas, nueve mil urnas transparentes, cuadernos de votación, entrenamiento y preparación tanto de personal como de testigos (según explicó su representante ALEJANDRO PLAZ) para llegar ahora y decirle a Venezuela (con sus caras muy limpias) que ellos reconocen que el candidato es uno solo y que por consiguiente no tienen nada que buscar?

Por su parte, el ahora autoproclamado candidato unitario, se dirigió al país, no para hablarle al pueblo de la necesidad que tiene Venezuela de la participación de cada uno de nosotros (al mejor estilo de CHURCHILL o KENNEDY) sino que se lanzó con tremendo discurso populista, que creo que debe haber hecho sonrojar al mismísimo Carlos Andrés, rey indiscutible (hasta ese momento) en ese tipo de lides.

¿Qué clase de valores maneja un candidato que no se atrevía a lanzarse para candidato presidencial, pues no estaba (o está) dispuesto a sacrificar su puesto de gobernador para aspirar a la máxima investidura a la que puede aspirar todo hombre que abrace la carrera política como profesión? ¿Y qué decir del "grupo de notables" que ahora acompañan en forma unificada al candidato en su aspiración presidencial, pero que en su momento empujaron a la organización SÚMATE en una empresa millonaria y agotadora, porque eran ellos los que querían ser candidatos y toditos decían que cada uno de ellos era el que estaba sobrado y, por consiguiente, se hacía necesario acudir a unas primarias para aclarar malentendidos? Que Dios nos agarre confesados si estas son las fuerzas vivas con que cuenta Venezuela para salir del atolladero en el que nos encontramos.

Ante semejante cómica, sólo hace falta que "El Conde" venga a ofrecernos bajar el precio de la gasolina. O mejor aún, entrada gratis (todo el año) al Reino de Musipán.

PRIMARIAS - ELECCIONES - VENEZUELA


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