ENCUENTRO CULEBRIL DEL TERCER TIPO.

Nuevamente apareció una culebra en la empresa. Sólo que esta vez estaba muerta. Tal circunstancia me permitió aprender algo más acerca de estos reptiles, gracias a las explicaciones del experto de la empresa.

Se trataba de una boa contrictor. Es decir, lo que coloquialmente llamamos tragavenados. No presentaba ninguna herida externa. Es un animal de 45 centímetros de largo. El experto me indicó que para esa especie, dicho tamaño representa a un animal muy joven, de apenas 2 ó 3 meses de nacido.

El animal presenta un cuerpo hermosamente estilizado. En la parte central, el grosor del cuerpo no era superior a unos 2 centímetros. La piel se vé brillante y el animal, a pesar de estar muerto, presenta una apariencia saludable. No se aprecian arañazos (de gatos) excoriaciones o golpes externos, de forma tal que, para mí, su muerte me resulta un misterio, dada la juventud del animal.

El experto cree que la causa de la muerte puede haber obedecido a que podría haber acabado de mudar la piel y coincidir que estaba al borde de la inanición. La muda, no sólo las deja inactivas por varios días, sino que el animal se ve sometido a un stress y agotamiento. La forma en que se podía estirar el pellejo del animal le reforzó al experto su apreciación sobre la causa de la muerte. El experto piensa que el clima también debe haber tenido su influencia. Los últimos días han caído torrenciales aguaceros. Si el animal, tal y como él piensa, llevaba mucho tiempo sin comer, el frío (por las lluvias) debe haber influenciado negativamente sobre su metabolismo, tomando en cuenta que las serpientes son animales de sangre fría.

Se puede ver la gran diferencia entre su lomo, hermosamente moteado, frente a lo blancuzco de su piel abdominal. De igual forma, es altamente contrastante el escamado del cuerpo, frente a la forma anillada del vientre.

Aunque el tipo de lente de la cámara no ayuda, al final del abdomen están presentes 2 pequeños espolones, los cuales se entiende que son los vestigios de lo que una vez fueron unas extremidades.

El experto entiende que debemos estar preparados para la aparición de las hermanas de la difunta. Indica que la hembra pare un promedio de unos 10 ó 12 animalitos. Yo (de cuadrúpedo) fui y le pregunté si la hembra colocaba los huevos y los cuidaba o si simplemente los dejaba a la buena suerte. El experto me explicó que a diferencia de otros tipos de serpientes, las boas no son ovíparos, sino vivíparos. Lo que sí es cierto, es que la hembra se desentiende por completo de las crías al momento de su nacimiento. Tampoco me reportó la existencia de canibalismo por parte de la madre.

La verdad sea dicha, esta es la primera vez que tengo un encuentro cercano del tercer tipo con una serpiente. Es decir, primera vez que la toco. Antes de eso, mi único contacto con cuaimas se remite a la cercana presencia de Doña KBULLA.

SERPIENTES - BOA CONTRICTOR - TRAGAVENADOS

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