VENEZUELA DA LA HORA.
La grandeza de la ciencia no radica en su metodología de investigación, ni en el conocimiento al que ello conlleva, sino en la universalidad de la misma. Y esta universalidad se logra a través del uso de una nomenclatura que permite que la información obtenida por el científico de un país, sea entendible y corroborable por el investigador de otro. Dicho de otra forma, para que el conocimiento adquiriese su carácter universal, se hizo necesario la creación de un lenguaje y normas cuya simplicidad permitiese que la difusión del conocimiento no se viese limitado a su lugar de origen, sino que pudiese trascender más allá de las fronteras de su origen. Y esto se logró a través del establecimiento de reuniones internacionales conocidas como conferencias. Ha sido en estos foros, en donde los asistentes de los diferentes países logran unificar criterios y establecer normas que permiten que el conocimiento adquirido pueda ser entendido y compartido por todos.
EN 1790, la Asamblea Constituyente ordenó a la Academia de Ciencias francesa buscar un patrón de medida que unificase los diferentes criterios existentes hasta el momento y que hacían que el comercio entre 2 simples comarcas vecinas fuese poco menos que imposible. Fue así como Pierre Méchain (astrónomo- geógrafo) y Jean Baptiste Pelambre (astrónomo-matemático) lograron en 1799, después de años de estudios y mediciones, definir una unidad de medida (a la que denominaron metro) como la diez millonésima parte de la longitud de un cuadrante polar que pasase por París. Para ello se dedicaron a medir la distancia geodésica existente entre Dunkerque y Barcelona. Toda medida mayor o menor al metro patrón, se refería a este como una simple multiplicación o división de un múltiplo o submúltiplo del número diez. Su simplicidad era tal, que de este metro se derivó también el sistema de peso y volumen (teniendo como referencia al agua) con igual lógica de obtención de múltiplos y submúltiplos. En la Convención de París, realizada en 1875, se logró la internacionalización del sistema métrico decimal al ser suscrito un tratado por el que 17 naciones asistentes a dicha convención, reconocieron al mismo como el sistema patrón de pesos y medidas para sus países. En 1857, bajo el gobierno de José Tadeo Monagas, Venezuela pasó a ser el quinto país (le anteceden Holanda, Bélgica, Grecia e Italia) en adoptar el sistema métrico decimal como patrón referencial de medida. En 1912, bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez, se decretaría la obligatoriedad de su uso.
Otra variante de medición, de uso común en todo el mundo, y que con la aparición del ferrocarril como medio de comunicación (entre diferentes pueblos, ciudades o naciones) hizo necesaria su coordinación, fue la hora. Y paralelo a la búsqueda de la coordinación de una hora universal, la frecuente circunnavegación de la Tierra hizo necesaria el establecimiento de una divisoria línea imaginaria que estableciese el comienzo y el final del día terrestre. En 1841, el rey del misterio estadounidense, Edgar Allen Poe, publicó un pequeño cuento en el para entonces periódico Saturday Evening Post. El artículo se titulaba TRES DOMINGOS EN UNA SEMANA y trataba sobre el interés que tenía un joven pretendiente en casarse con la sobrina de un ricachón. El tío de la joven creyó que ponía en su lugar al candidato a sobrino político, al decirle que podría casarse con su sobrina en aquella semana en que se diesen tres domingos dentro de la misma. Los que en un momento de la vida, hemos sido potenciales futuros yernos, hemos vivido en carne propia tan ignominioso planteamiento, pero en la muy versión criolla de “cuando la rana eche pelo”. ¿Y cómo explicarle en ese momento, al potencial futuro suegro, que uno sabe que hace tiempo que la nena se, se…se depila a fondo? En fin, que el cuento de Allen Poe estaba basado en una paradoja del tiempo, ya conocida por los hombres de mar. En el citado cuento, transcurridas unas semanas, llega un domingo en que las partes interesadas coinciden en una reunión con la visita de 2 capitanes de barco que regresaban de circunnavegar la Tierra en forma independiente; cada uno de ellos partiendo en sentido contrario. El capitán que había salido hacia el oriente (buscando el nacimiento del Sol) argumentaba que de acuerdo a su bitácora era lunes. Por consiguiente, para él, el domingo había sido el día anterior. Por su parte, el capitán que había partido hacia occidente, aseguraba que de acuerdo a las anotaciones de su diario, ese día era sábado. El domingo, sería para él, el día siguiente. Fue así como se dio el caso, que de acuerdo al sistema de referencia de cada uno de los contertulios, esa semana tuvo 3 domingos. Otro famoso, que hizo uso de tal paradoja, fue el escritor de ciencia–ficción (ni tan ficción) Julio Verne. Su novela de 1873, LA VUELTA AL MUNDO EN OCHENTA DÍAS, trata sobre un millonario inglés de nombre Phileas Fogg que caza una apuesta en torno a que él puede dar la vuelta al mundo en ochenta días y llegar a tiempo para su cobro el día final. En el desenlace de la novela, Fogg no puede llegar a tiempo al sitio en donde se acordó la apuesta (el London Reform Club) pues había sido puesto en prisión a su regreso a Inglaterra, y cuando finalmente llega a Londres, lo hace con 5 minutos de retraso. Al día siguiente descubrirá accidentalmente que no había arribado en el día 80 de su periplo sino en el 79, por lo que estuvo a tiempo de ganar su apuesta. Al avanzar hacia el este, Fogg había terminado adelantándose un día al tiempo de Londres.
Este problema, entre la división de un día y el siguiente, en la zona del Océano Pacífico, tenía su origen en el hecho de que en su momento las islas del mismo habían sido conquistadas por diferentes naciones. Unas por españoles, otras por portugueses, ingleses u holandeses. Es así como cada una de estas islas colonizadas tenían su referencia del tiempo en torno a la hora de la correspondiente metrópolis, pues estos países al tener sus propios observatorios astronómicos, les resultaba más fácil (y facilitaba los cálculos) el fijar como referencia de origen el meridiano que pasase por sus correspondientes centros astronómicos. En 1884 se realizó en Washington una conferencia en donde se buscó establecer una hora universal que no tuviese que ver con la posición local del Sol en el cielo para cada región de la Tierra, sino que hubiese un patrón referencial para la designación de la misma. En dicha conferencia se rescató la idea de Sandford Fleming, un ingeniero canadiense de ferrocarriles y del estadounidense Cleveland Abbe, padre de la meteorología en los EEUU, y quienes coincidían en ver la necesidad de contar con una hora referencial estandar y que fuese universal. Dado que un día correspondía a aproximadamente 24 horas, se acordó dividir al globo terráqueo en 24 partes iguales llamadas husos horarios. El límite de estas zonas genera unas 23 líneas imaginarias a las que se les denominó meridianos, las cuales (pasando perpendicularmente por el ecuador) van desde un polo geográfico hasta el otro. La palabra meridiano (de origen latino) significa mediodía. De ahí que se haga referencia a las horas del día llamándolas Antes Meridian y Post Meridian. Considerando que el ecuador terrestre fuese una circunferencia perfecta, se acordó que cada huso horario correspondería a una zona circunscrita por 15° (360°/24h= 15°/h). Faltaba entonces, designar dónde estaría el meridiano de origen a partir del cual se ubicarían sobre el globo terráqueo (en un incremento de 15°) el resto de los meridianos. Después de una serie de exposiciones y argumentos, se acordó que dicho meridiano sería aquel que pasase por el Real Observatorio Astronómico de Greenwich en Inglaterra. Francia, quien tenía interés en que fuese el que pasa por París (entre París y Greenwich hay una diferencia de sólo 9 minutos y 21 segundos) accedió a que fuese el de Greenwich, siempre y cuando se promoviese la implementación mundial del sistema métrico decimal en las mediciones angulares, tal y como quedó establecido en el punto 7 del documento redactado en dicha conferencia. Se acordó también que el barrido de la medición sería de 180°; positivos hacia el este y 180° negativos hacia al oeste. También se acordó que el día empezaría a la medianoche. Venezuela estuvo presente en dicha conferencia y votó afirmativamente a dichas proposiciones. Posteriormente, la aparición del telégrafo llevó a que en 1912 se celebrase en París la primera conferencia internacional sobre la hora y en la misma se acordó la creación de una oficina que centralizase y coordinase las diferentes mediciones que los laboratorios del mundo hacían en torno a la hora y emitiese la hora oficial mundial. Esta entidad tiene su sede en el Observatorio de París y su responsabilidad se conserva hasta el día de hoy.
En la Gaceta Oficial N° 27.919 del viernes 25 de diciembre de 1964 se publica la adhesión de la República de Venezuela al Sistema Internacional de medidas, establecido en la XI Conferencia General de Pesos y Medidas realizada en París en 1960. Previamente, el miércoles 9 de diciembre se había aprobado la LEY DE MEDIDAS Y SU APLICACIÓN, en la cual se establecía todo lo relativo a la metrología, calibración y aferición de los instrumentos de medición utilizados en las relaciones socioeconómicas de los habitantes del país. Con la aprobación de estas 2 leyes, Venezuela dejaba de ser una más del montón para pasar a formar parte de un mundo ordenado y organizado. Es así como el 1 de enero de 1965 la hora legal de Venezuela pasó a tener como referencial al meridiano de 60° Oeste, para de esta forma contar una diferencia de número entero con respecto al meridiano referencial 0° (Greenwich). ¿Por qué se fue hacia el meridiano de 60° en vez del meridiano 75° Oeste? Bueno, porque todos los países buscan el sol en su amanecer. Es decir, avanzan hacia el este y no retroceden hacia el oeste. Es así como al observar el mapa del hemisferio occidental se puede ver que una gran mayoría de los países, cuando han tenido que modificar su huso horario, lo han hecho avanzando hacia el este. Así por ejemplo, el meridiano de 70° Oeste atraviesa a la República Dominica prácticamente por el centro del país. Sin embargo, su huso horario corresponde a -4 GMT. Dicho de otra forma, toma como referencial el meridiano de 60° Oeste y no el de 75°. Lo mismo puede decirse de Chile. La mayor parte de su territorio se encuentra al oeste del meridiano 70° y sin embargo utilizan el meridiano de 60° (que para nada toca al país) como referencial, por lo que su hora legal es -4 GMT. Si de la Argentina se trata, la mayoría de su territorio (al igual que el caso de Venezuela) está comprendido entre los meridianos de 70° y 60°; sin embargo, utilizan el meridiano de 45° Oeste. Es decir, su hora legal es -3 GMT. Si nos vamos al hemisferio oriental, encontraremos que la remolona España (inventora de la siesta) tiene a su territorio comprendido mayoritariamente entre los meridianos de 10° Oeste y 0°. Sin embargo, a la hora de fijar su hora legal lo hicieron utilizando un meridiano bien lejano a su territorio (el meridiano 15° Este) por lo que su hora legal es +1 GMT. Es decir, en términos generales, los países o bien conservan la hora legal que corresponde al meridiano más cercano al oriente de su territorio, o bien toman el próximo. Pero ese “próximo” es siempre hacia el oriente, buscando anteponerse al amanecer. ¿Qué se gana con levantarse a las 6:00 A.M. cuando aún es de noche en muchos lugares? Pues disponer de más horas de luz al atardecer, cuando la metrópolis bulle por la presencia de sus habitantes en las calles, saliendo del trabajo y dirigiéndose bien sea a sus hogares o a los lugares de esparcimiento de su preferencia. Con este proceder se ahorra energía, pues justo cuando hay más dinamismo en las urbes, todavía se cuenta con la presencia de una buena cantidad de luz natural.
Venezuela está a punto de cambiar su hora legal. Cuándo, cómo, dónde y por qué, es algo en lo que los promotores de tan llamativo anuncio, no logran ponerse de acuerdo. Así por ejemplo, empezaron diciendo que iba a ser en enero del 2008. Después (y vaya Ud. a saber el porqué del apuro) dijeron que iba a ser el día de comienzo de clases (el día 17 de septiembre) para apurarse a corregir y decir que no, que sería el 24 de septiembre. Lo último es que será para octubre. Si era poco el show del cuándo lo harían, surgió la interrogante de qué cuernos es lo que iban a hacer. Que si íbamos adelantar media hora. Que no íbamos a adelantar, sino a atrasar. Hasta el punto que la página internacional DST NEWS, tuvo un intento de corrección (sin estar muy claros en qué es lo que buscan en el país que parece aproximarse cada vez más a la materialización de un BANANAS) al transcribir la noticia de la agencia gubernamental venezolana. Adivinando que lo que pretenden es atrasar la hora legal, surge el punto de cuál será el referencial de la nueva hora legal. Dicen que será un atraso de 30 minutos y que el referencial será el meridiano de 66° Oeste. Dado que cada grado representa 4 minutos, una simple resta y multiplicación ([66°-60°] x 4 min/°) nos da un valor de 24 minutos. Si lo que se quiere es atrasar la hora en 30 minutos, el meridiano deberá ser el de 67,5° (7,5 x 4= 30). Pero aquí surge un problema, aceptar que el meridiano fuese el de 67,5° sería recordar la historia (con todo el peligro que ello conlleva y acarrea) ya que ese era el meridiano de la hora legal de Venezuela desde 1912 hasta el 1 de enero de 1965. Es por eso que parece que no le van a parar mucho al detalle y retrasarán media hora, pero les dirán a los niños que el meridiano referencial será el de Río Chico (66°). Total, los niños no son detallistas y creen a pies juntillas todo lo que les dicen, ¿verdad? Sí, Luís.
La razón del cambio de la hora, es algo que invita al lector a recordar esa serie estadounidense llamada DIMENSIÓN DESCONOCIDA ( THE TWILIGHT ZONE) por lo descabellado de las propuestas, pues tampoco hay unificación de criterios en la explicación de porqué se va a cambiar la hora. Lo primero que se dijo, es que el cambio de hora que se realizó el 1 de enero de 1965 no obedeció a ninguna homogenización de la hora legal expresada en enteros, de acuerdo a convenios internacionales, sino que para ese entonces mandaba Raúl Leoni y (aquí viene la cantinela) sabido es que ese gobierno lo hacía en base a los intereses de las ganancias de las empresas. Después fueron un poco más específicos y dijeron que ese adelanto en la hora del amanecer, se traducía en un aumento del consumo de la energía eléctrica y de ahí la razón del cambio de hora durante lo que, intentan que creamos, fue un gobierno de lo más nefasto para los intereses del país y sus habitantes. Algo así como que el Dr. Raúl Leoni era poco menos que un lacayo del “immmmmperio”.
Lamentablemente, nuestra afición al analfabetismo histórico hace que sea poca la información disponible en la Internet en torno al presidente Leoni. Y si de las hemerotecas de los periódicos digitalizados se trata, mejor no hablar. Al ver que un periódico como la Vanguardia de España permite que sus subscritores tengan acceso a la edición de cualquier publicación a partir del 01 de febrero de 1881, a uno no le que más remedio que reconocer que los dueños de los periódicos venezolanos están completamente de espaldas a su compromiso de ser los primeros garantes de la memoria colectiva del país. El Universal, apenas si tiene una hemeroteca en línea desde 1996. El Nacional es más extremista, pues el acceso a dicha hemeroteca (que también es muy escueta) está sólo disponible a partir del año en que el lector se suscribió por primera vez a la edición digital. Así que, para buscar referencias históricas de la figura del Dr. Raúl Leoni, tuve que acudir a la pequeña biografía que en torno a este ilustre venezolano realizó el escritor Rafael Arráiz Lucca para la colección Biblioteca Biográfica Venezolana de los libros de El Nacional.
Refiere Arráiz Lucca, que siendo Leoni ministro del trabajo durante el período la Junta Revolucionaria (1945-1948) se promovió al máximo la formación de los sindicatos legales en Venezuela, al punto tal que si para el momento de la juramentación de la Junta (18 de octubre de 1945) había doscientos quince (215) sindicatos legalmente establecidos, para el 15 de diciembre de 1946 la cifra llegaba a setecientos cincuenta y siete (757) sindicatos. Adicional a esto, se habían constituido trece (13) Federaciones Sindicales. La existencia de esta pluralidad sindical se tradujo en la firma de quinientos setenta y cinco (575) contratos colectivos para finales del año 1947, siendo quizás el más importante el suscrito entre las diferentes empresas extranjeras petroleras existentes en el país (en aquel entonces no había empresas petroleras venezolanas) y la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Venezuela. De hecho, los contemporáneos del momento reconocen que el artífice de la contratación colectiva petrolera se debe al Dr. Leoni. Refiere también Arráiz Lucca, que durante la permanencia del Dr. Leoni al frente del ministerio del trabajo se logró que el día domingo de descanso fuese de carácter remunerado, que el trabajador venezolano gozase de quince (15) días de vacaciones remuneradas. Fue el impulsor del Banco de los Trabajadores de Venezuela a través del cual se crearon los créditos para vivienda de CORACREVI (CORPORACIÓN DE AHORRO Y CRÉDITO PARA LA VIVIENDA) promovida por la CTV. De todo esto se desprende que si Raúl Leoni era un “pitiyanki”, pues lo disimulaba muy bien, ya que su accionar cabe perfectamente dentro de lo que en el mundo moderno se conoce como socialdemocracia.
Como presidente constitucional de Venezuela (1964-1969) el Dr. Leoni puso punto final a la asignación de concesiones petroleras a las empresas extranjeras. Bajo su gobierno, fue que el mapa oficial de la República de Venezuela empezó a mostrar en forma rayada la zona en reclamación del Esequibo. Fue también bajo el gobierno del Dr. Leoni que se firmó el ACUERDO DE GINEBRA mediante el cual Venezuela reconoce como nulo el Laudo Arbitral de París de 1899, hace de conocimiento mundial que existe una problemática de reclamación en torno a ese territorio y compromete a Guyana (y no a Inglaterra) a buscar una solución pacífica al respecto. En 1966 tuvo lugar la Cumbre Andina de Bogotá, de donde surgió la idea de crear la Corporación Andina de Fomento (CAF) y posteriormente la Comunidad Andina de Naciones. Finalmente (y como una paradoja a la estúpida idea de un supuesto incentivo en aumentar el consumo de electricidad) fue durante el gobierno del Dr. Leoni que la CORPORACIÓN VENEZOLANA DE GUAYANA (CVG) impulsó la explotación hidroeléctrica del Río Caroní con capital 100% nacional y de propiedad del Estado venezolano. No se entregó ningún tipo de concesión de explotación a empresa privada alguna. ¿Cómo puede entonces sostenerse que el cambio de hora en el gobierno de Leoni fue para que el venezolano promedio consumiese más electricidad? ¿En un país, en donde yo me atrevería a decir, que un 75% de la población “puentea” los medidores de luz (en caso de tenerlo) que sentido tendría el estimular el consumo de una energía que muy pocos pagan? Como dijo en su momento Luís Herrera Campins: ¡hay que ser bien cara dura! Si bien los esfuerzos se concentraron en la ejecución de la Represa de Gurí, cualquiera que haya visto un mapa geográfico de la región de Guayana de aquellos años (emitido por la CVG) podrá ver en el mismo la presencia de proyectos de futuras represas como MACAGUA II, KARUACHI, TOCOMA. Proyectos estos que hoy en día son una realidad y que representan un ahorro en consumo de cientos de miles de barriles de petróleo diarios.
El segundo argumento para intentar justificar un inexplicable cambio en la hora legal venezolana lo constituye la población infantil del país. En un país que con un barril de petróleo por encima de los 70 dólares, el gobierno ha sido incapaz de garantizar que las madres venezolanas puedan conseguir en los mercados y supermercados, leche en polvo para sus hijos, el gobierno viene a decirnos ahora que le preocupa que los niños, al levantarse antes que salga el Sol, no estén debidamente expuestos al estímulo que la luz solar tiene sobre la hormona del crecimiento en esas horas del alba. Me imagino que en el famoso PROYECTO VENEZUELA, se encontró que la talla media de los niños de Sucre era superior a la de los niños zulianos, ¿no? También se cita al ritmo circadiano como una razón fundamental para el cambio de hora, aunque el estimulo de la luz al que se alude (que actúa sobre nuestro reloj biológico) pueda provenir de una de esas bombillas chinas que el gobierno venezolano importa directamente de Cuba (adivinen quienes tienen en verdad trastocado algo más que el ritmo circadiano).
Uno lee esto de los niños y el Sol, y no le que queda más remedio que pensar en las naciones del famoso SOL DE MEDIANOCHE. Piénsese por un momento, que en las naciones de la Península Escandinava el Sol está presente las 24 horas del día durante los meses de verano y que la noche es eterna las 24 horas del día durante los meses de invierno. Como comprenderán y dado el planteamiento de nuestro ministro, a uno, eso de la existencia de un Sol de Medianoche en esos países septentrionales, le mueve a pensar que Venezuela no debe estar sola en eso de tener permanentemente agotados los inventarios en las farmacias de productos ansiolíticos. Pero la situación no es así. Hace unos años leí un artículo en la prensa española en donde se reprendían así mismos por el bajo lugar que habían ocupado los niños españoles frente al resto de otros países, en una prueba sobre habilidad de lectura y matemática, de acuerdo a un informe conocido como PISA (Programme for Internacional Student Assessment). España ocupó el puesto número 26 de 41 naciones que participaron en el programa. ¿Quiénes eran los gilipollas que habían ocupado el primer lugar? Segurito que los japoneses. Pues no. Claro, claro, me había olvidado del empuje de los chinos. Menos. Que tonto, ¿cómo dejar a un lado a los alemanes y su férrea disciplina prusiana? Pues tampoco. Date, ya sé, los venezolanos y la Misión Milagro, que diga, Robinson. ¡Por favor! Los mejores estudiantes resultaron ser los niños finlandeses. Sí, ustedes saben, donde se hacen los celulares NOKIA, a pesar de que sus habitantes deben tener completamente desbarajustados sus ritmos circadianos de acuerdo a la teoría de nuestro ministro de ciencia (alipori). Quien quiera saber un poco más acerca del éxito de la educación finlandesa, puede leer este documento, en donde el director de un colegio francés, hace un minucioso análisis, para llegar a la conclusión que un gran respeto por el niño (al ver al mismo como un ser único e individual) resulta ser la base fundamental del éxito del sistema educativo finlandés. Y si quieren saber qué opinan los propios finlandeses, pueden verlo haciendo click aquí. Por cierto, casualmente en este otro artículo se señala que los niños finlandeses llegan a clases cuando aún no ha salido el Sol y regresan a casa cuando ya se ha ocultado el mismo. Que falta les hace a estos muchachos un tren ministerial como el que nos gastamos los venezolanos.
¿Para qué servirá entonces que encontremos al Sol, bien arriba en el firmamento a la hora de dejar nuestros hogares en la mañana? Pues supongo que las colas en las paradas de los carritos, camioneticas, y los autobuses, así como la de carros en las calles y autopistas, estarán acompañadas de más luz...y calor. Y en cuanto al retorno a nuestros hogares, el mismo vendrá acompañado de un inusual "anochecer tempranero", justamente cuando ya la mayoría de los venezolanos han terminado su jornada laboral o compromisos profesionales y estaban acostumbrados a disponer de los últimos rayos solares para a realizar un poco de vida social (aprovechando la claridad de la tarde) y así poder disfrutar de un poco de ocio o esparcimiento en compañía de sus familiares o amigos, en una plaza, parque, centro comercial, etc. A partir del cambio de la hora legal, la noche irrumpirá en nuestro atardecer y sorprenderá a una gran cantidad de venezolanos en las paradas de autobuses y carritos. Llegarán a su casa en una noche más cerrada de lo que acostumbraban, con todo lo que implica el llegar al barrio envuelto en tinieblas, en un país en donde el alumbrado público es una calamidad y en donde las autoridades difuminan las acciones del hampa, mimetizando sus nefastos resultados como simples “ajustes de cuentas personales”.
HORA LEGAL -GREENWICH -HUSO HORARIO -CONSUMO ELÉCTRICO -RAÚL LEONI -RITMO CIRCADIANO -INFORME PISA -EDUCACIÓN FINLANDESA -FINLANDIA-SOL DE MEDIANOCHE -VENEZUELA
HORA LEGAL -GREENWICH -HUSO HORARIO -CONSUMO ELÉCTRICO -RAÚL LEONI -RITMO CIRCADIANO -INFORME PISA -EDUCACIÓN FINLANDESA -FINLANDIA -HAY MAYOR FELICIDAD EN DAR QUE EN RECIBIR -VENEZUELA
EN 1790, la Asamblea Constituyente ordenó a la Academia de Ciencias francesa buscar un patrón de medida que unificase los diferentes criterios existentes hasta el momento y que hacían que el comercio entre 2 simples comarcas vecinas fuese poco menos que imposible. Fue así como Pierre Méchain (astrónomo- geógrafo) y Jean Baptiste Pelambre (astrónomo-matemático) lograron en 1799, después de años de estudios y mediciones, definir una unidad de medida (a la que denominaron metro) como la diez millonésima parte de la longitud de un cuadrante polar que pasase por París. Para ello se dedicaron a medir la distancia geodésica existente entre Dunkerque y Barcelona. Toda medida mayor o menor al metro patrón, se refería a este como una simple multiplicación o división de un múltiplo o submúltiplo del número diez. Su simplicidad era tal, que de este metro se derivó también el sistema de peso y volumen (teniendo como referencia al agua) con igual lógica de obtención de múltiplos y submúltiplos. En la Convención de París, realizada en 1875, se logró la internacionalización del sistema métrico decimal al ser suscrito un tratado por el que 17 naciones asistentes a dicha convención, reconocieron al mismo como el sistema patrón de pesos y medidas para sus países. En 1857, bajo el gobierno de José Tadeo Monagas, Venezuela pasó a ser el quinto país (le anteceden Holanda, Bélgica, Grecia e Italia) en adoptar el sistema métrico decimal como patrón referencial de medida. En 1912, bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez, se decretaría la obligatoriedad de su uso.
Otra variante de medición, de uso común en todo el mundo, y que con la aparición del ferrocarril como medio de comunicación (entre diferentes pueblos, ciudades o naciones) hizo necesaria su coordinación, fue la hora. Y paralelo a la búsqueda de la coordinación de una hora universal, la frecuente circunnavegación de la Tierra hizo necesaria el establecimiento de una divisoria línea imaginaria que estableciese el comienzo y el final del día terrestre. En 1841, el rey del misterio estadounidense, Edgar Allen Poe, publicó un pequeño cuento en el para entonces periódico Saturday Evening Post. El artículo se titulaba TRES DOMINGOS EN UNA SEMANA y trataba sobre el interés que tenía un joven pretendiente en casarse con la sobrina de un ricachón. El tío de la joven creyó que ponía en su lugar al candidato a sobrino político, al decirle que podría casarse con su sobrina en aquella semana en que se diesen tres domingos dentro de la misma. Los que en un momento de la vida, hemos sido potenciales futuros yernos, hemos vivido en carne propia tan ignominioso planteamiento, pero en la muy versión criolla de “cuando la rana eche pelo”. ¿Y cómo explicarle en ese momento, al potencial futuro suegro, que uno sabe que hace tiempo que la nena se, se…se depila a fondo? En fin, que el cuento de Allen Poe estaba basado en una paradoja del tiempo, ya conocida por los hombres de mar. En el citado cuento, transcurridas unas semanas, llega un domingo en que las partes interesadas coinciden en una reunión con la visita de 2 capitanes de barco que regresaban de circunnavegar la Tierra en forma independiente; cada uno de ellos partiendo en sentido contrario. El capitán que había salido hacia el oriente (buscando el nacimiento del Sol) argumentaba que de acuerdo a su bitácora era lunes. Por consiguiente, para él, el domingo había sido el día anterior. Por su parte, el capitán que había partido hacia occidente, aseguraba que de acuerdo a las anotaciones de su diario, ese día era sábado. El domingo, sería para él, el día siguiente. Fue así como se dio el caso, que de acuerdo al sistema de referencia de cada uno de los contertulios, esa semana tuvo 3 domingos. Otro famoso, que hizo uso de tal paradoja, fue el escritor de ciencia–ficción (ni tan ficción) Julio Verne. Su novela de 1873, LA VUELTA AL MUNDO EN OCHENTA DÍAS, trata sobre un millonario inglés de nombre Phileas Fogg que caza una apuesta en torno a que él puede dar la vuelta al mundo en ochenta días y llegar a tiempo para su cobro el día final. En el desenlace de la novela, Fogg no puede llegar a tiempo al sitio en donde se acordó la apuesta (el London Reform Club) pues había sido puesto en prisión a su regreso a Inglaterra, y cuando finalmente llega a Londres, lo hace con 5 minutos de retraso. Al día siguiente descubrirá accidentalmente que no había arribado en el día 80 de su periplo sino en el 79, por lo que estuvo a tiempo de ganar su apuesta. Al avanzar hacia el este, Fogg había terminado adelantándose un día al tiempo de Londres.
Este problema, entre la división de un día y el siguiente, en la zona del Océano Pacífico, tenía su origen en el hecho de que en su momento las islas del mismo habían sido conquistadas por diferentes naciones. Unas por españoles, otras por portugueses, ingleses u holandeses. Es así como cada una de estas islas colonizadas tenían su referencia del tiempo en torno a la hora de la correspondiente metrópolis, pues estos países al tener sus propios observatorios astronómicos, les resultaba más fácil (y facilitaba los cálculos) el fijar como referencia de origen el meridiano que pasase por sus correspondientes centros astronómicos. En 1884 se realizó en Washington una conferencia en donde se buscó establecer una hora universal que no tuviese que ver con la posición local del Sol en el cielo para cada región de la Tierra, sino que hubiese un patrón referencial para la designación de la misma. En dicha conferencia se rescató la idea de Sandford Fleming, un ingeniero canadiense de ferrocarriles y del estadounidense Cleveland Abbe, padre de la meteorología en los EEUU, y quienes coincidían en ver la necesidad de contar con una hora referencial estandar y que fuese universal. Dado que un día correspondía a aproximadamente 24 horas, se acordó dividir al globo terráqueo en 24 partes iguales llamadas husos horarios. El límite de estas zonas genera unas 23 líneas imaginarias a las que se les denominó meridianos, las cuales (pasando perpendicularmente por el ecuador) van desde un polo geográfico hasta el otro. La palabra meridiano (de origen latino) significa mediodía. De ahí que se haga referencia a las horas del día llamándolas Antes Meridian y Post Meridian. Considerando que el ecuador terrestre fuese una circunferencia perfecta, se acordó que cada huso horario correspondería a una zona circunscrita por 15° (360°/24h= 15°/h). Faltaba entonces, designar dónde estaría el meridiano de origen a partir del cual se ubicarían sobre el globo terráqueo (en un incremento de 15°) el resto de los meridianos. Después de una serie de exposiciones y argumentos, se acordó que dicho meridiano sería aquel que pasase por el Real Observatorio Astronómico de Greenwich en Inglaterra. Francia, quien tenía interés en que fuese el que pasa por París (entre París y Greenwich hay una diferencia de sólo 9 minutos y 21 segundos) accedió a que fuese el de Greenwich, siempre y cuando se promoviese la implementación mundial del sistema métrico decimal en las mediciones angulares, tal y como quedó establecido en el punto 7 del documento redactado en dicha conferencia. Se acordó también que el barrido de la medición sería de 180°; positivos hacia el este y 180° negativos hacia al oeste. También se acordó que el día empezaría a la medianoche. Venezuela estuvo presente en dicha conferencia y votó afirmativamente a dichas proposiciones. Posteriormente, la aparición del telégrafo llevó a que en 1912 se celebrase en París la primera conferencia internacional sobre la hora y en la misma se acordó la creación de una oficina que centralizase y coordinase las diferentes mediciones que los laboratorios del mundo hacían en torno a la hora y emitiese la hora oficial mundial. Esta entidad tiene su sede en el Observatorio de París y su responsabilidad se conserva hasta el día de hoy.
En la Gaceta Oficial N° 27.919 del viernes 25 de diciembre de 1964 se publica la adhesión de la República de Venezuela al Sistema Internacional de medidas, establecido en la XI Conferencia General de Pesos y Medidas realizada en París en 1960. Previamente, el miércoles 9 de diciembre se había aprobado la LEY DE MEDIDAS Y SU APLICACIÓN, en la cual se establecía todo lo relativo a la metrología, calibración y aferición de los instrumentos de medición utilizados en las relaciones socioeconómicas de los habitantes del país. Con la aprobación de estas 2 leyes, Venezuela dejaba de ser una más del montón para pasar a formar parte de un mundo ordenado y organizado. Es así como el 1 de enero de 1965 la hora legal de Venezuela pasó a tener como referencial al meridiano de 60° Oeste, para de esta forma contar una diferencia de número entero con respecto al meridiano referencial 0° (Greenwich). ¿Por qué se fue hacia el meridiano de 60° en vez del meridiano 75° Oeste? Bueno, porque todos los países buscan el sol en su amanecer. Es decir, avanzan hacia el este y no retroceden hacia el oeste. Es así como al observar el mapa del hemisferio occidental se puede ver que una gran mayoría de los países, cuando han tenido que modificar su huso horario, lo han hecho avanzando hacia el este. Así por ejemplo, el meridiano de 70° Oeste atraviesa a la República Dominica prácticamente por el centro del país. Sin embargo, su huso horario corresponde a -4 GMT. Dicho de otra forma, toma como referencial el meridiano de 60° Oeste y no el de 75°. Lo mismo puede decirse de Chile. La mayor parte de su territorio se encuentra al oeste del meridiano 70° y sin embargo utilizan el meridiano de 60° (que para nada toca al país) como referencial, por lo que su hora legal es -4 GMT. Si de la Argentina se trata, la mayoría de su territorio (al igual que el caso de Venezuela) está comprendido entre los meridianos de 70° y 60°; sin embargo, utilizan el meridiano de 45° Oeste. Es decir, su hora legal es -3 GMT. Si nos vamos al hemisferio oriental, encontraremos que la remolona España (inventora de la siesta) tiene a su territorio comprendido mayoritariamente entre los meridianos de 10° Oeste y 0°. Sin embargo, a la hora de fijar su hora legal lo hicieron utilizando un meridiano bien lejano a su territorio (el meridiano 15° Este) por lo que su hora legal es +1 GMT. Es decir, en términos generales, los países o bien conservan la hora legal que corresponde al meridiano más cercano al oriente de su territorio, o bien toman el próximo. Pero ese “próximo” es siempre hacia el oriente, buscando anteponerse al amanecer. ¿Qué se gana con levantarse a las 6:00 A.M. cuando aún es de noche en muchos lugares? Pues disponer de más horas de luz al atardecer, cuando la metrópolis bulle por la presencia de sus habitantes en las calles, saliendo del trabajo y dirigiéndose bien sea a sus hogares o a los lugares de esparcimiento de su preferencia. Con este proceder se ahorra energía, pues justo cuando hay más dinamismo en las urbes, todavía se cuenta con la presencia de una buena cantidad de luz natural.
Venezuela está a punto de cambiar su hora legal. Cuándo, cómo, dónde y por qué, es algo en lo que los promotores de tan llamativo anuncio, no logran ponerse de acuerdo. Así por ejemplo, empezaron diciendo que iba a ser en enero del 2008. Después (y vaya Ud. a saber el porqué del apuro) dijeron que iba a ser el día de comienzo de clases (el día 17 de septiembre) para apurarse a corregir y decir que no, que sería el 24 de septiembre. Lo último es que será para octubre. Si era poco el show del cuándo lo harían, surgió la interrogante de qué cuernos es lo que iban a hacer. Que si íbamos adelantar media hora. Que no íbamos a adelantar, sino a atrasar. Hasta el punto que la página internacional DST NEWS, tuvo un intento de corrección (sin estar muy claros en qué es lo que buscan en el país que parece aproximarse cada vez más a la materialización de un BANANAS) al transcribir la noticia de la agencia gubernamental venezolana. Adivinando que lo que pretenden es atrasar la hora legal, surge el punto de cuál será el referencial de la nueva hora legal. Dicen que será un atraso de 30 minutos y que el referencial será el meridiano de 66° Oeste. Dado que cada grado representa 4 minutos, una simple resta y multiplicación ([66°-60°] x 4 min/°) nos da un valor de 24 minutos. Si lo que se quiere es atrasar la hora en 30 minutos, el meridiano deberá ser el de 67,5° (7,5 x 4= 30). Pero aquí surge un problema, aceptar que el meridiano fuese el de 67,5° sería recordar la historia (con todo el peligro que ello conlleva y acarrea) ya que ese era el meridiano de la hora legal de Venezuela desde 1912 hasta el 1 de enero de 1965. Es por eso que parece que no le van a parar mucho al detalle y retrasarán media hora, pero les dirán a los niños que el meridiano referencial será el de Río Chico (66°). Total, los niños no son detallistas y creen a pies juntillas todo lo que les dicen, ¿verdad? Sí, Luís.
La razón del cambio de la hora, es algo que invita al lector a recordar esa serie estadounidense llamada DIMENSIÓN DESCONOCIDA ( THE TWILIGHT ZONE) por lo descabellado de las propuestas, pues tampoco hay unificación de criterios en la explicación de porqué se va a cambiar la hora. Lo primero que se dijo, es que el cambio de hora que se realizó el 1 de enero de 1965 no obedeció a ninguna homogenización de la hora legal expresada en enteros, de acuerdo a convenios internacionales, sino que para ese entonces mandaba Raúl Leoni y (aquí viene la cantinela) sabido es que ese gobierno lo hacía en base a los intereses de las ganancias de las empresas. Después fueron un poco más específicos y dijeron que ese adelanto en la hora del amanecer, se traducía en un aumento del consumo de la energía eléctrica y de ahí la razón del cambio de hora durante lo que, intentan que creamos, fue un gobierno de lo más nefasto para los intereses del país y sus habitantes. Algo así como que el Dr. Raúl Leoni era poco menos que un lacayo del “immmmmperio”.
Lamentablemente, nuestra afición al analfabetismo histórico hace que sea poca la información disponible en la Internet en torno al presidente Leoni. Y si de las hemerotecas de los periódicos digitalizados se trata, mejor no hablar. Al ver que un periódico como la Vanguardia de España permite que sus subscritores tengan acceso a la edición de cualquier publicación a partir del 01 de febrero de 1881, a uno no le que más remedio que reconocer que los dueños de los periódicos venezolanos están completamente de espaldas a su compromiso de ser los primeros garantes de la memoria colectiva del país. El Universal, apenas si tiene una hemeroteca en línea desde 1996. El Nacional es más extremista, pues el acceso a dicha hemeroteca (que también es muy escueta) está sólo disponible a partir del año en que el lector se suscribió por primera vez a la edición digital. Así que, para buscar referencias históricas de la figura del Dr. Raúl Leoni, tuve que acudir a la pequeña biografía que en torno a este ilustre venezolano realizó el escritor Rafael Arráiz Lucca para la colección Biblioteca Biográfica Venezolana de los libros de El Nacional.
Refiere Arráiz Lucca, que siendo Leoni ministro del trabajo durante el período la Junta Revolucionaria (1945-1948) se promovió al máximo la formación de los sindicatos legales en Venezuela, al punto tal que si para el momento de la juramentación de la Junta (18 de octubre de 1945) había doscientos quince (215) sindicatos legalmente establecidos, para el 15 de diciembre de 1946 la cifra llegaba a setecientos cincuenta y siete (757) sindicatos. Adicional a esto, se habían constituido trece (13) Federaciones Sindicales. La existencia de esta pluralidad sindical se tradujo en la firma de quinientos setenta y cinco (575) contratos colectivos para finales del año 1947, siendo quizás el más importante el suscrito entre las diferentes empresas extranjeras petroleras existentes en el país (en aquel entonces no había empresas petroleras venezolanas) y la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Venezuela. De hecho, los contemporáneos del momento reconocen que el artífice de la contratación colectiva petrolera se debe al Dr. Leoni. Refiere también Arráiz Lucca, que durante la permanencia del Dr. Leoni al frente del ministerio del trabajo se logró que el día domingo de descanso fuese de carácter remunerado, que el trabajador venezolano gozase de quince (15) días de vacaciones remuneradas. Fue el impulsor del Banco de los Trabajadores de Venezuela a través del cual se crearon los créditos para vivienda de CORACREVI (CORPORACIÓN DE AHORRO Y CRÉDITO PARA LA VIVIENDA) promovida por la CTV. De todo esto se desprende que si Raúl Leoni era un “pitiyanki”, pues lo disimulaba muy bien, ya que su accionar cabe perfectamente dentro de lo que en el mundo moderno se conoce como socialdemocracia.
Como presidente constitucional de Venezuela (1964-1969) el Dr. Leoni puso punto final a la asignación de concesiones petroleras a las empresas extranjeras. Bajo su gobierno, fue que el mapa oficial de la República de Venezuela empezó a mostrar en forma rayada la zona en reclamación del Esequibo. Fue también bajo el gobierno del Dr. Leoni que se firmó el ACUERDO DE GINEBRA mediante el cual Venezuela reconoce como nulo el Laudo Arbitral de París de 1899, hace de conocimiento mundial que existe una problemática de reclamación en torno a ese territorio y compromete a Guyana (y no a Inglaterra) a buscar una solución pacífica al respecto. En 1966 tuvo lugar la Cumbre Andina de Bogotá, de donde surgió la idea de crear la Corporación Andina de Fomento (CAF) y posteriormente la Comunidad Andina de Naciones. Finalmente (y como una paradoja a la estúpida idea de un supuesto incentivo en aumentar el consumo de electricidad) fue durante el gobierno del Dr. Leoni que la CORPORACIÓN VENEZOLANA DE GUAYANA (CVG) impulsó la explotación hidroeléctrica del Río Caroní con capital 100% nacional y de propiedad del Estado venezolano. No se entregó ningún tipo de concesión de explotación a empresa privada alguna. ¿Cómo puede entonces sostenerse que el cambio de hora en el gobierno de Leoni fue para que el venezolano promedio consumiese más electricidad? ¿En un país, en donde yo me atrevería a decir, que un 75% de la población “puentea” los medidores de luz (en caso de tenerlo) que sentido tendría el estimular el consumo de una energía que muy pocos pagan? Como dijo en su momento Luís Herrera Campins: ¡hay que ser bien cara dura! Si bien los esfuerzos se concentraron en la ejecución de la Represa de Gurí, cualquiera que haya visto un mapa geográfico de la región de Guayana de aquellos años (emitido por la CVG) podrá ver en el mismo la presencia de proyectos de futuras represas como MACAGUA II, KARUACHI, TOCOMA. Proyectos estos que hoy en día son una realidad y que representan un ahorro en consumo de cientos de miles de barriles de petróleo diarios.
El segundo argumento para intentar justificar un inexplicable cambio en la hora legal venezolana lo constituye la población infantil del país. En un país que con un barril de petróleo por encima de los 70 dólares, el gobierno ha sido incapaz de garantizar que las madres venezolanas puedan conseguir en los mercados y supermercados, leche en polvo para sus hijos, el gobierno viene a decirnos ahora que le preocupa que los niños, al levantarse antes que salga el Sol, no estén debidamente expuestos al estímulo que la luz solar tiene sobre la hormona del crecimiento en esas horas del alba. Me imagino que en el famoso PROYECTO VENEZUELA, se encontró que la talla media de los niños de Sucre era superior a la de los niños zulianos, ¿no? También se cita al ritmo circadiano como una razón fundamental para el cambio de hora, aunque el estimulo de la luz al que se alude (que actúa sobre nuestro reloj biológico) pueda provenir de una de esas bombillas chinas que el gobierno venezolano importa directamente de Cuba (adivinen quienes tienen en verdad trastocado algo más que el ritmo circadiano).
Uno lee esto de los niños y el Sol, y no le que queda más remedio que pensar en las naciones del famoso SOL DE MEDIANOCHE. Piénsese por un momento, que en las naciones de la Península Escandinava el Sol está presente las 24 horas del día durante los meses de verano y que la noche es eterna las 24 horas del día durante los meses de invierno. Como comprenderán y dado el planteamiento de nuestro ministro, a uno, eso de la existencia de un Sol de Medianoche en esos países septentrionales, le mueve a pensar que Venezuela no debe estar sola en eso de tener permanentemente agotados los inventarios en las farmacias de productos ansiolíticos. Pero la situación no es así. Hace unos años leí un artículo en la prensa española en donde se reprendían así mismos por el bajo lugar que habían ocupado los niños españoles frente al resto de otros países, en una prueba sobre habilidad de lectura y matemática, de acuerdo a un informe conocido como PISA (Programme for Internacional Student Assessment). España ocupó el puesto número 26 de 41 naciones que participaron en el programa. ¿Quiénes eran los gilipollas que habían ocupado el primer lugar? Segurito que los japoneses. Pues no. Claro, claro, me había olvidado del empuje de los chinos. Menos. Que tonto, ¿cómo dejar a un lado a los alemanes y su férrea disciplina prusiana? Pues tampoco. Date, ya sé, los venezolanos y la Misión Milagro, que diga, Robinson. ¡Por favor! Los mejores estudiantes resultaron ser los niños finlandeses. Sí, ustedes saben, donde se hacen los celulares NOKIA, a pesar de que sus habitantes deben tener completamente desbarajustados sus ritmos circadianos de acuerdo a la teoría de nuestro ministro de ciencia (alipori). Quien quiera saber un poco más acerca del éxito de la educación finlandesa, puede leer este documento, en donde el director de un colegio francés, hace un minucioso análisis, para llegar a la conclusión que un gran respeto por el niño (al ver al mismo como un ser único e individual) resulta ser la base fundamental del éxito del sistema educativo finlandés. Y si quieren saber qué opinan los propios finlandeses, pueden verlo haciendo click aquí. Por cierto, casualmente en este otro artículo se señala que los niños finlandeses llegan a clases cuando aún no ha salido el Sol y regresan a casa cuando ya se ha ocultado el mismo. Que falta les hace a estos muchachos un tren ministerial como el que nos gastamos los venezolanos.
¿Para qué servirá entonces que encontremos al Sol, bien arriba en el firmamento a la hora de dejar nuestros hogares en la mañana? Pues supongo que las colas en las paradas de los carritos, camioneticas, y los autobuses, así como la de carros en las calles y autopistas, estarán acompañadas de más luz...y calor. Y en cuanto al retorno a nuestros hogares, el mismo vendrá acompañado de un inusual "anochecer tempranero", justamente cuando ya la mayoría de los venezolanos han terminado su jornada laboral o compromisos profesionales y estaban acostumbrados a disponer de los últimos rayos solares para a realizar un poco de vida social (aprovechando la claridad de la tarde) y así poder disfrutar de un poco de ocio o esparcimiento en compañía de sus familiares o amigos, en una plaza, parque, centro comercial, etc. A partir del cambio de la hora legal, la noche irrumpirá en nuestro atardecer y sorprenderá a una gran cantidad de venezolanos en las paradas de autobuses y carritos. Llegarán a su casa en una noche más cerrada de lo que acostumbraban, con todo lo que implica el llegar al barrio envuelto en tinieblas, en un país en donde el alumbrado público es una calamidad y en donde las autoridades difuminan las acciones del hampa, mimetizando sus nefastos resultados como simples “ajustes de cuentas personales”.
HORA LEGAL -GREENWICH -HUSO HORARIO -CONSUMO ELÉCTRICO -RAÚL LEONI -RITMO CIRCADIANO -INFORME PISA -EDUCACIÓN FINLANDESA -FINLANDIA-SOL DE MEDIANOCHE -VENEZUELA
HORA LEGAL -GREENWICH -HUSO HORARIO -CONSUMO ELÉCTRICO -RAÚL LEONI -RITMO CIRCADIANO -INFORME PISA -EDUCACIÓN FINLANDESA -FINLANDIA -HAY MAYOR FELICIDAD EN DAR QUE EN RECIBIR -VENEZUELA
Etiquetas: consumo eléctrico, educación finlandesa, finlanadia, greenwich, hora legal, huso horario, informe PISA, Raúl Leoni, ritmo circadiano, sol de medianoche, venezuela
4 COMENTARIOS:
¡Excelente artículo!, simplemente excelente.
Este era el Post que estaba esperando, y como el amigo k-2, simplemente excelente. Saludos.
Excelente !!!!!
Kabulla, excelente investigación! este post no tiene desperdicio.
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