EL SUSPIRO DEL MORO.
En el año de 1238, en la provincia de Granada (España) sobre la colina de La Sabika, en las márgenes del río Darro, el primer rey de la dinastía nazarí inició la construcción de un alcazaba que con el correr de los siglos daría lugar a la residencia real conocida como La Alhambra. Su nombre era Alhamar y la dinastía permanecería por más de 2 siglos, hasta que tanto las intrigas familiares como el acoso de las tropas castellanas llevarían al último de sus sucesores, el rey Mohamed Abu Abdalahyah (Boabdil), a capitular ante los Reyes Católicos.
Sus dimensiones y complejidad, hacen que La Alhambra, mas que un palacio, sea considerada, como en verdad lo fue, una ciudad palatina. La rigidez y monotonía de sus muros exteriores, contrastan con el complejo laberinto de arte que se encuentra en su interior. Pero no es mi intención el disertar en torno a la belleza de esta joya de la arquitectura. Para eso tenemos al pana K2. Lástima que se le haya dañado la cámara.
Entre la historia y la leyenda, se presenta un suceso que daría lugar al topónimo de EL SUSPIRO DEL MORO. Se dice que cuando en 1492 el rey BOABDIL se vio obligado a abandonar Granada, lo hizo en el más absoluto de los silencios, dando la espalda durante toda esa larga marcha hacia el exilio, a su querida Alhambra. En un momento dado, al alcanzar un viso en la zona de Al Badul (hoy conocido como El Padul) se detuvo y, volviendo la mirada hacia su añorado palacio, exclamó con un profundo suspiro de resignación: ¡Alá Akbar! (Dios es grande). Fue entonces cuando su madre, la sultana Aixa Al-Horrá, increpó su vano lamento con las siguientes palabras:
Dado que en aquellos tiempos, la historia se transmitía por vía oral de generación en generación, existen otras variantes sobre tan lacerante sentencia:
Desde entonces, a ese lugar en donde tuvo lugar tan aciago acontecimiento, se le conoce como EL SUSPIRO DEL MORO.
Los españoles dan el trato de moros a los grupos árabes que poblaban la península Ibérica. Esto obedece a que la gran mayoría de sus pobladores provenían de la zona norte de África, antes que de la propia zona de la península arábiga. Es decir, tribus beréberes y magrebíes que habían sido convertidas previamente al Islam durante la conquista árabe. “MORO” era el término con el que la Roma Imperial llamaba a los habitantes del Norte de África (Mauritania Tingitana) debido al tono oscuro de su piel. Del griego mavro, cuyo significado es negro, llegaría transformado en moro al ser traducido al latín y su lenguas romances.
FUENTES:
-LA ALHAMBRA.
-ENTREGA DE LA CIUDAD DE GRANADA.
-LOS ÁRABES NO CONQUISTARON ESPAÑA.
-LA PRESENCIA ÁRABE EN LA LENGUA ESPAÑOLA.
EL SUSPIRO DEL MORO - BOABDIL - ALHAMBRA - NAZARÍ - GRANADA - ESPAÑA
EL SUSPIRO DEL MORO - BOABDIL - ALHAMBRA - NAZARÍ - GRANADA - ESPAÑA
1 COMENTARIOS:
jejeje, la cámara no se me dañó, es que me dió flojera poner las fotos, pero pronto, ¡muy pronto!, las pongo.
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