MONEDA "FUERTE", SISTEMA EDUCATIVO DÉBIL.

La prensa internacional registra que el 1° de enero tres países del mundo inician el año con un nuevo tipo de moneda. Dos de ellos (Chipre y Malta) están en Europa, mientras que el tercero (Venezuela) es la puerta de Sudamérica al mundo.

Después de haber superados los exámenes a los que fueron sometidos en julio del 2007 por los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, Chipre y Malta pasan a ocupar el 14° y 15° puesto de las naciones de la UE que tienen al euro como moneda oficial. Si bien la Unión Europea está integrada por 27 países, no todos ellos tienen al euro como moneda de intercambio comercial. Unos no la tienen, porque sus ciudadanos rechazaron tal propuesta en los referenda realizados en su momento; tal es el caso del Reino Unido, Dinamarca y Suecia. Otros, como Lituania, no han podido acceder al euro por no cumplir con el porcentaje de inflación establecido por la UE para el momento de su solicitud de entrada a la “zona euro”.

Para poder acceder al euro, tanto Chipre como Malta tuvieron que demostrar un cuadro de fortaleza económica tal, que les permitiese formar parte de tan "exclusivo club". El mismo vino dado por la evaluación de los siguientes parámetros: control de la inflación (menor al 3% anual), del déficit fiscal, intereses a largo plazo e independencia total del Banco Central respectivo. A partir del primero de enero los cambios que rigen para las monedas son los siguientes: 1 libra chipriota= 1,71 euros y 1 lira maltesa= 2,34 euros. Estas monedas podrán circular paralelamente a la par del euro hasta el día 31 de enero, fecha a partir de la cual quedará el euro como moneda única. Desde el día de hoy, los comercios están en la obligación de devolver el cambio de las transacciones en euros, independientemente del tipo de moneda que haya utilizado el cliente al momento de la compra o pago de servicio. Después del 31 de enero, aquellas personas que aún cuenten con algún tipo del dinero tradicional, podrán canjearlo en el Banco Central respectivo, por un período de 2 años para el cambio de monedas y de 10 años para el cambio de billetes. Ante la preocupación de un aumento en los precios (con su consiguiente inflación) por parte de la ciudadanía, los gobiernos de Chipre y Malta vienen desde el mes de octubre negociando con los grandes importadores y comerciantes la congelación de precios hasta el mes de marzo.

Por su parte, Venezuela inicia el año con una nueva moneda cuya influencia sobre la economía será simplemente sicológica, ya que no hay ningún plan macroeconómico detrás de la puerta en circulación de la nueva moneda, sino que simplemente se ha procedido a quitarle 3 ceros a la moneda tradicional. Por si había duda del enfoque psicológico de esta medida, basta tener presente que la denominación de la nueva moneda es Bolívar Fuerte.

Lo paradójico de la puesta en marcha de esta “medida económica” es que mientras en Europa los nuevos países de la “zona euro” (con un factor de convertibilidad que no es precisamente dividir por un 1 seguido de ceros) apenas si cuentan con 30 días para que la única moneda de curso legal en sus territorios sea el euro, en Venezuela el gobierno ha anunciado que ambas monedas circularan al menos por un período de 6 meses. Dado que, a diferencia de Chipre y Malta, la convertibilidad de los precios en Venezuela (a la nueva moneda) se obtienen por una simple operación aritmética de división entre el número 1000, a uno se le hace difícil entender que el gobierno hable de un período mínimo de 6 meses, dejando en el sentir de los ciudadanos que el mismo podría inclusive extenderse. ¿Será quizás, que la Casa de la Moneda en Maracay (si es que las monedas y los billetes se están imprimiendo allí) no cuenta, ni contará a mediano plazo, con una remesa de impresión tal que permita retirar todo el circulante tradicional existente? Porque no se puede argumentar (sin ni siquiera haberse iniciado el proceso de conversión) resistencia por parte de la ciudadanía a un cambio de moneda que implica por parte de la persona involucrada una división por el número mil y la aplicación del redondeo simple a la centésima en aquellos casos que lo amerite (montos superiores a los Bs. 10.000,oo).

Claro está, la campaña que ha emprendido el gobierno, explicando desde hace meses hasta el cansancio la aplicación de estas simples operaciones aritméticas, es quizás el triste reflejo del fracaso de todo el sistema educativo en Venezuela. Una cosa es ocupar todos los espacios publicitarios hablándonos de las bondades de las “Misiones Educativas” del gobierno “revolucionario” y otra muy diferente el saber y estar conscientes del gran analfabetismo funcional del grueso de la población venezolana, del cual por cierto no se salvan muchos de los personeros gubernamentales.

Quizás sea esa la verdadera razón por la que se da una fecha abierta en el tiempo para lograr una simple sustitución, de una moneda de 1.000,oo bolívares por otra de 1,oo bolívar fuerte; fortaleza que tal parece que se extinguirá muy rápidamente, pues hasta está previsto la desaparición de la palabra “fuerte” en el uso del circulante en un futuro no muy lejano.

Que tiempos aquellos cuando llamábamos Fuerte a una moneda de plata de 5,00 bolívares, precisamente por la fortaleza de su gran poder adquisitivo. Por cierto, ya se había inventado el jamón...endiablado.

FUENTES.-

-CHIPRE Y MALTA INGRESAN EN LA ZONA EURO.

-VENEZUELA INICIA EL 2008 CON RECONVERSIÓN MONETARIA


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