EL DIABLO PAGA CON TRAICIÓN A QUIEN LE SIRVE CON LEALTAD.
Hasta aquel entonces, los locutores de las ondas hertzianas del Estado se comportaban de una forma sobria e impersonal. Como debía corresponder a unos medios de comunicación que no obedecían a los intereses del gobierno de turno, sino a la nación venezolana. Un PORFIRIO TORRES narrando las desconcertantes historias de un RAFAEL SYLVA en los micros de NUESTRO INSÓLITO UNIVERSO, o la sobria dicción de un JAIME SUÁREZ en LA EMISORA CULTURAL DE CARACAS, representan un buen ejemplo del estilo que imperaba en aquel entonces.
Solamente ciertos personajes tenían programas de sello personal, pero sumamente sobrios. Un AQUILES NAZOA, con sus anécdotas caraqueñas en el programa LAS COSAS MÁS SENCILLAS. Un profesor PEDRO TREBBAU, mostrándonos como un temblador del Orinoco, al ser rozado, podía encender un bombillo de 60 watts. O un profesor PEDRO BARGALLÓ, enseñándonos el inalcanzable mundo de las estrellas en su programa de astronomía. También había programas de entretención para los más pequeños, como BAMBILANDIA, o MEJÍAS Y SUS MUÑECOS, en donde un dibujante nos enseñaba a hacer caricaturas partiendo de un garabato. También había un señor (cuyo nombre no recuerdo) que a través de su programa, me enseñó a fabricar una máquina cortadora de anime, mediante el uso de una antigua resistencia eléctrica de cocina. No había divos, ni tampoco nos hacían falta. La vedette era la información y el conocimiento que estos añorados personajes sabían transmitirnos en un lenguaje claro y sencillo. Libre de innecesarios recargues o engolamientos a la hora de expresarse.
Con la presentación de una carta de las juventudes socialcristianas, avalada por ARÍSTIDES CALVANI (quien además de presidente de la Juventud Católica sería ministro de Relaciones Exteriores del primer gobierno de Caldera) llegó a Venezuela en el año de 1.968, un joven uruguayo de nombre WALTER MARTÍNEZ. Con el visto bueno de Miraflores (CALDERA se estaba estrenando en Miraflores) la entrada a la televisora del Estado, por parte de este bisoño periodista, estaba garantizada. Después, sería su formación, cultura y capacidad de trabajo las cartas que le permitirían llegar a ocupar los primeros sitiales del periodismo televisivo.
Hasta donde puedo recordar, WALTER MARTÍNEZ entrará en TVN 5 haciendo un noticiero en las tardes (en mangas de camisa y en un escritorio estilo CBS NEWS) con el apoyo del sistema COMSAT. Desde ese entonces, se dedicará a imprimirle a sus apariciones una marcada y personal enjundia intelectual. Porque si algo hay que reconocerle a WALTER MARTÍNEZ es su preparación (y no improvisación) a la hora de tomar un micrófono o de colocarse frente al frío y escrutador lente de una cámara de TV. Creo recordarlo (no estoy seguro) como el periodista que el Canal 5 designó para que nos hiciera partícipes de la llegada del hombre a la luna.
Transcurren los años y con la llegada de RICARDO TIRADO al canal del Estado, el Canal 5 dará un vuelco en la búsqueda de una merecida excelencia. WALTER MARTÍNEZ dará inicio a un programa sobre cine, sin inmiscuirse u opacar el programa de RODOLFO IZAGUIRRE. CINE FORO será el nombre del programa y en el mismo, después de la presentación de una determinada película, WALTER MARTÍNEZ jugará el papel de moderador de un foro conformado por periodistas, sociólogos y otra serie de especialistas, así como estudiantes, para disertar en torno al mensaje de la película antes que sobre la estética de la fotografía.
En el canal ligero de la Radio Nacional (880 AM) tenía un programa nocturno sobre la música jazz. Recuerdo que en una oportunidad, un viejo disco presentó problemas de ruido al momento de su reproducción. Sirva aclarar, que para aquel entonces, los discos eran de acetato. WALTER MARTÍNEZ no perdió la compostura por tal incidente. Simplemente indicó que era la pátina del tiempo que hacía de las suyas. De más está decir que tuve que salir corriendo a buscar en el diccionario que demonios significaba la palabra pátina.
Sería también en el Canal 5, si la memoria no me traiciona, en donde daría inicio a ese programa que hasta el día de hoy es su tarjeta de presentación: DOSSIER. El éxito fue tal, que RICARDO TIRADO decidiría transferirlo al Canal 8, el cual tenía cobertura nacional.
Detrás de la figura de un sobrio profesional de la comunicación hay una personalidad fuerte y controversial. Se habla de un ego desmedido y hasta de un comportamiento déspota para con su equipo. El hecho es, que WALTER MARTÍNEZ no esquiva un enfrentamiento. Recuerdo las veces que (al igual que ahora) aprovechó el programa para responder públicamente en torno a los reclamos que se le hacían porque el mapa que él utilizaba no tenía demarcada la zona de reclamo sobre el Esequibo (aunque creo que el Presidente ya “resolvió” ese problema; el del reclamo sobre el Esequibo, se entiende). WALTER MARTÍNEZ procedería a colocar en el mapamundi una cartulina rayada oblicuamente sobre la zona en disputa. También se le reclamaría sobre el hecho de que los países apareciesen escritos en idioma inglés. WALTER MARTÍNEZ aprovecharía el programa para que todos supiéramos que ese mapamundi era de él. Que lo había adquirido en la NATIONAL GEOGRAPHIC y que si alguna persona, institución o embajada estaba en capacidad de suministrarle uno de tamaño adecuado (para su uso televisivo) y en idioma español, él con gusto lo cambiaría. Creo, no estoy seguro, que también le reclamaron porque en un principio, los señalamientos sobre el mapamundi eran hechos con el dedo índice. WALTER MARTÍNEZ se haría de uno de esos bolígrafos que se desplegaban como antena y haría mención al porqué de la aparición de tal artilugio. Más tarde, con el avance tecnológico, lo cambiaría por un puntero laser. Recuerdo también, la vez que reapareció después del accidente casero que casi le quita la vista y la ilusión con que nos dijo (y con la que nos sentimos solidarios) de que el parche que cubría uno de sus ojos, podía llegar a ser algo temporal.
Quizás como consecuencia de su formación militar (fue cadete en la Academia de Aviación Militar en Uruguay) o bien por la situación histórica que se ha venido viviendo en el Medio Oriente durante décadas y que siempre resulta ser noticia, el programa DOSSIER siempre ha tenido un aire como de parte de guerra. O como bien dice el amigo ROMROD, pareciese que WALTER MARTÍNEZ se sintiese cómodo en el papel de reportero corresponsal de guerra. Muchos lo consideran el ideal a seguir de lo que debe ser un programa informativo. No todos comulgan con tal parecer. El hecho es, que hablar de DOSSIER, es hablar de WALTER MARTÍNEZ. No cabe duda que es el padre de la criatura a la que ha sabido darle un sello muy personal.
Hoy, mi desconocido amigo GANDICA reclama airadamente el hecho de que la comunidad bloguera no aúne voces en advertencia o reclamo de lo que él siente como un atentado contra la libertad de expresión. La realidad es que el cerco a la libre expresión del pensamiento del hombre es tan viejo como la presencia del mismo en la Tierra. Recuerdo que en la guerra de Las Malvinas, el parlamento británico le reclamó a la BBC por lo que consideró que era poco menos que traición a la patria la forma impersonal en que esta emisora daba los partes de guerra. Si bien no se ejerció censura alguna, estoy seguro que el equipo redactor de la emisora cogió seña. Leía en estos días una entrevista realizada al caricaturista CARLOS GALINDO (SANCHO). Decía el caricaturista, que eran los propios editores de los periódicos quienes censuraban sus caricaturas. En la Cadena Capriles sería el propio Miguel Ángel quien le diría más de una vez a SANCHO, que su caricatura se había “extraviado” en el taller de linotipos. En el caso de El Nacional, aclaraba SANCHO, no sería un Miguel Otero Silva, sino un Uslar Pietri quien decidiría sobre la inconveniencia de publicar cierta y determinada caricatura.
Que WALTER MARTÍNEZ venga a decirnos, justo en este momento (cuando vamos buscando los 7 años de gobierno) que “...hay funcionarios con boinas rojas que roban...” (uyyyy) resulta poco menos que jocoso, por no decir patético. Que utilice su programa, para generalizar (como cualquier diputado de la Asamblea) sin dar nombres o mostrar pruebas, desdice de su imagen de hombre ancla de la verdad. Que encima haga uso de la recurrente, reiterativa, acomodaticia y efectista expresión (utilizada por los Juanpueblito o Juanbimbas cuando, ya cansados de esperar, no les queda más remedio que reclamar frente al lente de una cámara) para decir: “yo estoy seguro que mi comandante no sabe de esto”, pues resulta poco brillante en labios de un WALTER MARTÍNEZ. La Fiscalía lo ha invitado a presentar pruebas. No le ha dictado auto de detención, ni mucho menos se ha instruido a fiscal alguno para que se le abra un proceso. No creo que un hombre como WALTER MARTÍNEZ, que se confiesa aún identificado con el proceso (se llama a si mismo soldado de la revolución) venga a poner en tela de juicio la imparcialidad de tal organismo o de la justa, lógica y esperada independencia de los poderes públicos en la República Bolivariana de Venezuela, para utilizarlo como argumento y abstenerse de presentar las pruebas que soporten su denuncia. A no ser, que a juicio de WALTER MARTÍNEZ, este “síndrome de las boinas oportunistas” sea poco menos que una metástasis que carcome los cimientos de la superestructura de este “dialéctico” proceso. Como dijo en su momento el Presidente HERRERA: tarde piaste, pajarito.
Recuerdo cuando hace unos años se ofició una misa en el oeste de Caracas, a la que asistió el Presidente y le salió su cacerolazo. En un programa de opinión (del Canal 8, claro está) WALTER MARTÍNEZ mostraba su malestar, como cristiano, porque el abucheo en la calle no respetaba ni el momento de la eucaristía. No recuerdo que WALTER MARTÍNEZ haya hecho público igual malestar (como católico, apostólico y romano) durante el saboteo que realizó un grupo afecto al gobierno durante las exequias del Cardenal VELASCO en la Catedral de Caracas. Y de ejemplos como este, puedo realizar una enciclopedia de posts.
Se dice que la posición asumida por WALTER MARTÍNEZ no es más que un largo rumiar de insatisfacciones. Las mismas tendrían su inicio en la salida de MARIPILI HERNÁNDEZ del Canal 8. En aquel entonces, su nombre sonaba fuerte como posible candidato a ocupar el puesto de la guapa periodista. Después, se habría presentado una segunda oportunidad con la designación del presidente de TELESUR. Finalmente, la asistencia del Presidente a la ONU y lo que pareció ser un bien estudiado bloqueo hacía el contacto con el Primer Mandatario, sería la gota que rebasó el vaso. No habría entonces, nada moralizador en la denuncia de WALTER MARTÍNEZ. Sería entonces, un problema de aspiraciones insatisfechas. Al igual que en la IV, sigue rigiendo el puro interés personal: Jalisco nunca pierde...y cuando pierde, arrebata.
Tal como yo lo veo, el programa DOSSIER es un programa informativo de noticias de carácter internacional. El hecho de que el mismo sea aprovechado para ventilar, lo que a todas luces parece ser un problema personal, desdice más de su persona que del hecho de lo desubicado (por no decir, fuera de lugar) de tal denuncia. ¿Se imaginan a un empleado del Canal 2 o el Canal 4, utilizar su espacio televisivo para formular denuncias sobre la directiva de tales empresas, por muy soportadas que las mismas pudiesen llegar a ser? Los trapos sucios se lavan en casa.
Que el gobierno intente silenciarlo, nada tiene de extraño. Ahí están los casos de YBELLISE PACHECO, PATRICIA POLEO, GLOBOVISIÓN, TEODORO PETKOFF (cuando se vio obligado a dejar EL MUNDO). La metodología de prohibir la contratación de publicidad en todo medio de comunicación que no sea afecto al régimen (nada nuevo, los adecos lo hicieron en su momento con la revista RESUMEN y posteriormente [con la aparición de RECADI] con la no asignación de dólares preferenciales para comprar papel periódico). Un TELEVEN que le dijo a MARTA COLOMINA que no podía seguir trabajando en dicha planta. Un NAPOLEÓN BRAVO, a quien VENEVISIÓN no dudó en sacarlo del aire. Y hasta un periódico como EL NACIONAL, que le dijo a RONALD CARREÑO (cronista social de saraos de la V República) que o moderaba su tono o debía abandonar el periódico. Sirva citar, que CARREÑO había comenzado como pasante en dicho periódico y hecho carrera en el mismo. No tenía otra experiencia laboral, sino una gran fidelidad al periódico de Puerto Escondido. ¿Qué tiene el caso WALTER MARTÍNEZ que lo diferencie de alguno de los casos citados? ¿O con la detención de la tonta útil de la “comandante” MANUITT? ¿O con las airadas declaraciones de la otra “comandante”, LINA RON en GLOBOVISIÓN?
Lo que me resulta extraño, es que sea, justamente ahora (con el caso de WALTER MARTÍNEZ) que los compañeros blogueros vean peligrar la libertad de expresión. Creo que mucho más nos atañe el caso en el que se amenazó al autor del blog THE DEVIL’S EXCREMENT y, que yo recuerde, pocos, muy pocos, salieron a solidarizarse con su autor, ni mucho menos que esos pocos le reclamaran al resto una solidaridad en bloque, como se pretende con el caso de WALTER MARTÍNEZ. Por lo que a mí respecta, creo que el señor WALTER MARTÍNEZ cuenta con el suficiente verbo y bagaje cultural como para poder presentar su propia versión del LABERINTO DE LA FORTUNA y alertar al Rey, ¡perdón!, al Presidente sobre la necesidad de justicia en este remedo de sociedad.
Así, que me perdone el amigo GANDICA (en quien adivino un especial aprecio y simpatía por el señor WALTER MARTINEZ) pero yo, yo paso. Que me perdone KIRA, por no hacer por los momentos, uso del banner. Estoy seguro que vendrán situaciones en que se justificará la colocación del mismo. Por ahora, prefiero seguir con mi banner del BLUE RIBBON CAMPAIGN y la cita de VOLTAIRE.
WALTER MARTÍNEZ siempre ha sabido estar en la cresta de la ola. Por consiguiente, nada me extrañaría un retorno (más temprano que tarde) en el cual, apuntando a la cámara con su inquisidor índice, venga y nos diga (al estilo de JOSÉ MARTÍ):
