¿Qué por qué soy bloguero? La verdad que no lo sé.
Hay quienes escriben en un blog por una necesidad de dejar asentado de alguna forma, sus pensamientos, su forma de ver la vida, sus desencantos e ilusiones. Otros escriben porque siempre les ha gustado escribir. Otros lo hacen como un rito de autoanálisis, en donde sacan todo aquello que tienen por dentro y le corroe sus entrañas. Ósea, es un medio de catarsis. Los hay que escriben porque necesitan alimentar su ego. Buscan un reconocimiento que no consiguen en el medio en donde habitualmente se desenvuelven. Y los hay que escriben porque les da la gana. Nunca se han puesto a analizar las motivaciones que los lleva a escribir. Lo hacen y punto.
Yo, en realidad, más que escribir en mi blog, me gusta leer el de los demás. Es como una especie de vouyerismo moralmente permitido, en donde me adentro en las intimidades de los blogueros en la medida en que ellos así lo permiten.
Por eso, son muchas las horas que paso navegando por los diferentes blogs. En muy pocos dejo mi opinión. En donde lo hago, bien puedo ser breve, como bien me puedo extender exageradamente. Todo depende de la identificación que pueda llegar a tener con el tema expuesto.
Sin embargo, eso de andar metiendo las narices en el blog de los demás puede llevarlo a uno a situaciones en verdad comprometedoras. A continuación paso a relatarles lo que me sucedió la otra noche mientras navegaba en el mundo de los blogs:
Estaba yo, extasiado, en
El blog de Julian, contemplando la doble sonrisa de Norkis Batista, cuando de improviso mi esposa entró al cuarto y acercándose a la pantalla de la PC, gritó:
-Ay.
-Ay, ay... grité yo también, sintiéndome sorprendido con los ojos en la masa.
-¿Te fijaste? dijo ella.
-¿En qué mi amor?, respondí, sin saber a ciencia cierta en qué berenjenal acababa de meterme.
-Las pantaletas. Esas pantaletas son las de la campaña pasada, argumentó mi mujer.
Mi esposa es vendedora de AVON y, por consiguiente, aunque estaba viendo lo mismo que yo, no lo veía con igual “enfoque”. Antes que se pudiese dar cuenta que uno de los encajes de la prenda no era de poliéster, sino 100% fibra natural y (encima) confeccionada con materia prima 100% nacional, opté por hacer click sobre el primer blog conque me tropecé en la columna de actualizados que tiene Julián en su blog.
Se abrió una página que tenía por título, lo que bien parecía una decidida declaración de resignación o bien una abierta y sugerente invitación:
Es tarde.
Con estupor, mi esposa y yo vimos como aparecía en pantalla unas manos femeninas crispadas sobre el desnudo vientre de su dueña. Como si esta imagen fuese poco metafórica, aparecía la siguiente reveladora oración encabezando el blog: “No hallo que hacer con mis manos si tus ojos no me leen”. Para rematar, el post del día se titulaba:
"De tu boca". Antes que mi esposa pudiese recobrar el tono muscular de su maxilar inferior, clickeé sobre otro blog. Fuimos a parar a
Peor es Nada y yo, a estas alturas, no sabía si en verdad podía haber algo peor.
Una imagen que me recordó a Curazao y el título de: “Reflexiones de un venezolano en Holanda”, hicieron que me volviese el alma al cuerpo. Tanto así, que le dejé el puesto a mi mujercita y le permití que curioseara a sus anchas.
Y hablando de curiosear, quiso el destino que abriese un post titulado:
"Curiosidad". En el mismo, aparecía la foto de toda una valkiria con su hija. La señora mostraba a la niña lo que, a mí se me antojó, podía ser un rudimentario mortero de cocina. Pero no. El autor no dejaba espacio a la imaginación e invitaba al lector a que asociara ciertas imágenes. Mi esposa se volteó y me dijo:
-¿Y esto?
-Esto, mi amor, tal como lo sugiere el autor (argumenté con voz grave) es un pilón,
- A mi me parece más bien un ...
- Es un pilón –interrumpí nerviosamente- que la señora se trajo como souvenir de unas vacaciones en Margarita.
-Ahh, dijo ella, con ese tonito que utilizan nuestras mujeres cuando sienten que nos han pillado.
Quiso mi mala suerte que el próximo post que abrió contuviese la foto de lo que pudo haber sido un caballito mecánico. Pero en lugar del caballito, aparecía el Pato Donald acostado boca arriba y sobre su barriga estaba sentada una niña de poco más de 7 años. ¿El título?:
"¿Qué hace el pato Donald?". Nuevamente mi media naranja enfiló sus baterías y volvió a preguntar:
-¿Y esto?
-Esto -repuse yo- con voz aún más grave, es una muestra de las perversiones que se pueden encontrar en el distrito rojo de Ámsterdam. Con este post, el autor trató de mostrarnos la tolerancia que tiene la raza holandesa para con sus semejantes.
Mi esposa guardó un irritante silencio y siguió curioseando. Abrió un post titulado:
"Una historia verdadera". En el mismo, se hace mención a una frase histórica que Neil Amstrong pronunció en La Luna y que sólo unas décadas después estuvo dispuesto en aclarar.
-¿Y esto?, volvió a la carga mi mujer.
-Eso está muy claro ahí. No sé que quieres que te explique, respondí con no disimulada molestia.
-¿Me vas a decir –intervino mi mujer- que ese señor, en vez de preocuparse porque el módulo lunar y la nave espacial no tuviesen problemas en acoplarse a la hora del...?
-Pues ya ves –interrumpí- el astronauta estaba pensando en otro tipo de ”acoplamiento”.
-¿Pero tú en verdad crees que yo me voy a creer eso? gritó mi mujer furibunda.
-Mira -le dije yo, tratando de poner punto final a una discusión que se veía venir larga- ese artículo lo iba a publicar Rafael Sylva en su programa
Nuestro Insólito Universo.
Mi esposa, que es fanática de todo lo que tenga que ver con ovnis, fantasmas o cualquier manifestación paranormal, prestó especial atención a mi argumentación:
-El problema es que, desde que Porfirio Torres se convirtió en la voz oficial de cuanta cadena y acto protocolar se haga en este país, el programa del señor Sylva se ha venido a menos.
-¿Y eso por qué?, preguntó mi esposa.
-Bueno, porque la gente no sabe cuando, lo que dice Porfirio Torres, es algo que forma parte de lo paranormal del programa de radio o, simplemente, es uno de los increíbles y descorcentantes temas desarrollados en un Aló Presidente dominical.
Mi esposa seguía prestándome atención, a pesar que su incredulidad parecía aumentar con cada palabra que salía de mi boca:
- Esta dualidad, que ha impedido a las personas el poder diferenciar entre el programa del señor Sylva y la extensa y “variada” programación del MINCI, ha obligado al autor de
Nuestro Insólito Universo a explorar nuevos medios para presentar al público sus trabajos de investigación. Aprovechando que ese blog fue premiado con el galardón de
Lo mejor de punto.com en su correspondiente categoría, el señor Sylva le cedió este articulo a su dueño para así poder evaluar el grado de penetración y aceptación que este tipo de trabajos tiene en el mundo de las bitácoras.
-Tú si inventas tonterías, dijo mi esposa, al tiempo que lanzaba una carcajada.
A Dios gracias, mi esposa se cansó de ese blog y se puso a curiosear otro. Abrió uno llamado:
Mundo Rafaelitop. Mi esposa tropezó con un artículo titulado:
“El Rey del Porno”. Otra vez los astros se alineaban en una conjunción negativa en mi carta astral. Ella se puso a leerlo con detenimiento hasta que, súbitamente (las mujeres siempre hacen todo súbitamente) estalló y dijo:
-¿Cómo puede alguien escribir sobre esta porquería?
-No es lo que tú piensas, intervine rápidamente buscando darle una mano al pana Rafa. Fíjate bien que eso no es más que el gancho que utilizó el autor para llevarnos a lo que a él, en verdad, le interesa: el cine. Así lo deja establecido el propio autor en su post. Sigue leyendo para que veas que...
-¿El cine?, gritó. Ustedes los hombres son todos unos pervertidos. Lo único que he visto desde que me senté aquí son puros artículos con situaciones ambiguas y rebuscadas.
Como podrán entender, mi esposa se había formado una opinión altamente negativa sobre el mundo de los blogs. De mí estaba el “desfacer” ese entuerto e intervenir para dejar a buen resguardo el nombre de la comunidad bloguera.
-Yo también tengo un blog, le informé. Y nada tiene que ver con esa sesgada y pobre opinión que acabas de manifestar sobre situaciones circunstanciales
.-¿Ah, si?, dijo ella. Para verlo. ¿Puedo?
No me quedó más remedio que abrir la página de
KBULLA. Lo primero que hizo fue criticar duramente el hecho de que yo fomentase una confusión entre la fonética del nombre y su correcta ortografía.
-Es que leí que se recomendaba que, al titular tu blog, utilizaras un nombre singular y ocurrente, le expliqué.
- Bueno, si a eso llamas ocurrente, dijo ella.
Acto seguido procedió a dar un rápido paneo por los diferentes postes, al tiempo que decía:
-Bien bueno. Éste es oscuridad en la casa y luz en la calle. El hombre que hasta para multiplicar por 10 agarra una calculadora. Que para hacerle las tareas al niño pasa 5 horas metido en El Rincón del Vago, El Ratón de Biblioteca, Universias, Wikipedia, Encarta y Británnica, ahora resulta que viene a dárselas de erudito. Suerte para ti que no te conocen. JAJAJA, soltó la carcajada.
Quizás por afinidad (piensa uno) llamó su atención un artículo que titulé: “DE QUE VUELAN, VUELAN”. Lo leyó rápidamente, incluyendo los comentarios. Uno de ellos despertó su curiosidad, razón por la cual me preguntó:
-Y ésta que se autodenomina bruja y firma como
Maléfica ¿quién es?.
-No tengo idea, le respondí.
-¿Ah, si?. ¿Y por qué no puedo hacer link sobre su nombre?, volvió a preguntar.
Bruja, maléfica y no puede hacer link para acceder a su página. Aquellos lectores que estén casados, habrán descubierto a estas alturas que mi mujer ya tenía una idea preconcebida al respecto. Y saben también, que no hay fuerza en el universo (ni siquiera en el mundo de la mitología griega) que pueda hacer cambiar de opinión a una mujer con una idea preconcebida, así esté la misma sustentada en una absurda sospecha,
-¿Y bien? ¿Quién es
Maléfica?, volvió a inquirir.
De nada iba a servir que le dijera a mi esposa que no conocía a ninguna maléfica (a excepción de la suegra) y que no tenía idea de cómo acceder a su página. Tenía que mostrarle el blog de una fémina, a ver si tenía suerte y lograba que se quedara tranquila. No me quedó más remedio que jugármela y fui e hice link sobre el primer blog con nombre femenino que aparecía en la lista de actualizados de
Veneblogs: mariannextreme.
Resultó que
mariannextreme es todo un portento de mujer. Que no tiene reparos en acogotar a los lectores con fotos suyas llenas de tops. Uno ve la cintura de Mariann y a la memoria le viene el rock de Carlos Vives que dice: “lleva unos bluyines caderas caidas y tiene un ombligo que es la maravilla”. Ustedes no me lo van a creer, pero a mí, en ese momento, tanta belleza me resultó impúdica. Dios mío, en que lío me acababa de meter. No podía dar marcha atrás. Tenía que seguir y ver como me salvaba de ésta.
-Así que esta es
Maléfica, dijo mi mujer en voz desacostumbradamente alta.
Yo, guardé un prudente silencio, mientras rogaba al cielo porque no apareciesen más fotos del tipo “extreme”. Se puso a ver rápidamente los postes y reparó en uno que se titulaba:
“MUJER TENÍA QUE SER”. Lo leyó detenidamente y al final esbozó una pequeña sonrisa. Debemos recordar que el gremio femenino es muy unido en esos flancos en donde las mujeres suelen ser muy criticadas o agredidas. Después que calibró a la Mariann (que ella creía Maléfica) y sólo después que estuvo bien segura de que esas uvas estaban muy (pero que muy verdes) para mí, fue y me dijo:
-Ay mi amor. Disculpa. Yo pensé que...bueno, tú sabes.
-No te preocupes corazón, apuré a decirle, al tiempo que pensaba para mis adentros: Otra que se cree la reina del arroz con pollo.
Como podrá apreciar el lector, no es fácil estar casado y ser bloguero. Quienes, estando casados, aspiren entrar en este duro mundo, deben conocer los peligros que pueden llegar a afrontar. Se los digo yo, que por poco y no matriculo para el 2.005.